Como Superar La Perdida De Un Hijo
Texto Jordi Jarque
Fotos Ana Jiménez
“De la muerte se habla poco y de la muerte de un
hijo mucho menos, pero los padres y las madres que
hemos pasado por el horror de ver morir a un hijo
necesitamos, desesperadamente, expresar nuestros sentimientos. Es, creo, una necesidad vital que
nos aleja de la locura y nos ayuda a encontrar, de
nuevo, el sentido a la vida.Porque, aunque parezca
mentira, es posible renacer después de un golpe
así. Hace ya más de once años que Ignasi murió y la
buena noticia que quiero compartir es que un hijo
nunca muere. Esto lo saben todos los hombres y
mujeres que mantienen en sus corazones el amor
de sus hijos muertos. El amor es lo que nos permite
volver a la vida”. Esto afirma Mercè Castro, madre
de dos hijos, Ignasi yJaume, de los cuales el primero murió con 15 años el 26 de diciembre de 1998 en
un accidente de coche en el que iba toda la familia.
“Tal vez una de las secuelas que nos quedan a pesar
de los años pasados es que por las fechas navideñas
no cogemos el coche, y cuando veo las luces de
Navidad, todavía me remueve”.
¿Es posible superar la pérdida de un hijo? Mercè
Castro cuenta: “Nunca mehubiera imaginado que
el duelo fuera tan intenso. Algunos días me sentía
en la raya de la locura”. Otros padres contactados
para realizar este reportaje declinaban hablar
aunque hubieran pasado bastantes años de la
muerte del hijo: “Es como si fuera ayer mismo y no
me gusta remover”, aseguraba uno de ellos. “Perder
a alguien querido siempre resulta doloroso, pero
SUPERAR
LA PEOR
PÉRDIDAAnte la muerte de un hijo
no hay palabras que valgan,
pero algunos padres afirman
que tras esta tragedia es
posible volver a sonreír
1601 MUERTE HIJO.indd 28
cuando lo que se pierde es precisamente un hijo, la
intensidad del dolor se multiplica”, explica Cristina
Llagostera, psicóloga y terapeuta familiar. “Esos
padres ya no volverán a ser los mismos. Hace unos
años se decía que eranecesario pasar página, pero
ahora ya no, porque el hijo sigue presente”, comenta Alfonso García, antropólogo, presidente de la
Sociedad Española e Internacional de Tanatología.
En ese sentido, Cristina Llagostera también explica
que, al contrario de lo que suele creerse, “el tiempo
no lo cura todo. Aunque es cierto que cada proceso
tiene su ritmo y necesita tiempo, la persona y su
voluntadtambién cumplen un papel importante”.
Además, a pesar de esos años transcurridos, “hay
padres que siguen en el punto cero porque no ha
habido un proceso emocional. Puede haber actitudes evitativas que dificultan realizar el proceso del
duelo. El duelo, como bien sugiere la palabra, es el
camino del dolor. Es un proceso que transforma poco a poco la aflicción y el caos emocional que sigue
a unapérdida en otra cosa: en aceptación y renovada esperanza. Sin embargo, no existe un itinerario
fijo, pues cada persona vive, expresa y asume de
manera distinta el hueco que ha dejado aquello que
irremediablemente ha perdido”.
Cada persona es un mundo, y la diferencia entre
hombres y mujeres, más. “Hay padres que prefieren
ni ver fotografías de su hijo muerto, o de los tiempos en que vivía suhijo, mientras que las madres se
vinculan más con los espacios de los hijos”, asegura
Alfonso García. Alba Payás, psicoterapeuta con más
de veinte años de experiencia en el acompañamiento de personas y familias que afrontan pérdidas, y
formada con la renombrada psiquiatra Elisabeth
Kübler-Ross, explica que los hombres también viven el dolor, pero que en general también “sienten
el fracasodel rol protector y de alguna manera se
culpabilizan por la muerte de su hijo. A eso se une
que en general tienen más dificultades en poder expresar el dolor. En los grupos de apoyo es más fácil
ver madres que padres”. Sea así o no, el caso es que
uno de los padres entrevistados ha preferido que
incluso no saliera su nombre, pero sí quiere decir
que está muy agradecido a todos sus amigos....
Regístrate para leer el documento completo.