Como Un Jardín Cerrado.

בם"ד


I
Como un jardín cerrado.


Almas que descendieron a los abismos espirituales. Expresión más elevada de integración espiritual. El Gran Diluvio. El signo de la circuncisión. Yosef, hijo de Yaakov. La pureza sexual y el anhelo espiritual. El misterio de la reencarnación. El mal a ojos de Dios. Propósito de la cárcelde Yosef. Efraim. Iluminación mesiánica proveniente de Yosef. Iluminar nuestro velo espiritual con el fuego de la dimensión interna de la Torá. Amor incondicional de Dios hacia Israel. Luz interior, luz circundante.




Jerusalem. Medianoche. El Muro occidental está cubierto de luz. Un hombre joven está apoyado sobre las piedras antiguas, con los ojos cerrados. Pareciera estar viviendouna pesadilla. A pesar del aire fresco de la noche, está bañado en sudor. Inesperadamente realiza un movimiento brusco hacia atrás, como si lo hubiesen empujado con fuerza. Tan pronto como se recupera y abre los ojos, ve el rostro bondadoso de un hombre anciano, que lo contempla consternado.


“¿Te sucede algo? ¿Puedo ayudarte?”, le dijo el anciano.


El joven sacudió la cabezanegativamente y respondió, “Gracias, estoy bien. Algo extraño me ha sucedido…”.


El anciano continuó observándolo, pensando que tal vez el joven agregaría algo, pero no fue así. Entonces le dijo: “Mira, tengo una pequeña oficina aquí cerca. ¿Te gustaría acompañarme y conversar? Tal vez pueda ayudarte…” concluyó esbozando una sonrisa.


“Gracias”, dijo el joven, pensando queprobablemente nunca había visto un rostro semejante, con tanto brillo, que inspirara absoluta confianza. “En verdad creo que necesito ayuda. Aunque no sé si usted podrá…quiero decir, no sé si éste es el mejor momento…”.


“No se preocupe por eso. Es la única hora del día en la cual puedo ofrecer algún tiempo, a usted o a cualquier otra persona. Pero vamos, no deberíamos estar hablando aquí”.El anciano caminó lentamente hacia atrás, con su mirada fija en el Muro. Como deslumbrado, el joven lo siguió hacia el interior de una especie de cueva cercana al Muro. Al final de la escalera, junto a la puerta, un hombre de barba parecía estar aguardando. El anciano lo miró, y movió su cabeza, como indicando que no estaba disponible en ese momento, y tomando un juego de llaves de su bolsillo,abrió la puerta, e hizo una señal al joven para que entrase.


“Por favor, siéntate”, dijo el anciano, cerrando la puerta, y acercando una de las dos sillas frente al gran escritorio. “Me llamo Yosef. Por favor cuéntame algo acerca de ti”.


“No sé por donde comenzar…Usted pensará que estoy drogado o algo parecido”.


“Si pensara que estás bajo un trance de drogas, no estaríassentado aquí, ¿Por qué no me cuentas qué te sucedió en el Muro? Algunas veces es más fácil comenzar por el final de la historia”.


“Sí, es cierto”. El joven, que estaba recostado en la silla, se reincorporó con firmeza y agregó: “Me llamo Adam. Llegué al Muro esta noche escapando de la tensión que se vivía en mi casa. Era tal mi estado de stress que no podía ni siquiera rezar; entoncescerré los ojos, intentando hallar un espacio de armonía interior. Y sucedió que, lejos de encontrar un lugar de sosiego, me sentí atrapado en una especie de remolino oscuro que parecía arrastrarme a las profundidades del mal. El movimiento fue muy dificultoso… Bueno, dificultoso tal vez no sea la palabra correcta, es que no sé cómo explicar lo que me sucedió. El remolino me envolvió, y todos missentidos se vieron forzados a concentrarse en él. Fui consciente en ese momento de que se trataba de un espacio de mal absoluto, pero me sentí imposibilitado de hacer algo. De repente miré hacia la derecha, y había una mujer muy alta, vestida de negro, con su rostro completamente cubierto por un manto negro.[1] Sentí en ese momento que ella quería matarme…. y me aterroricé, ya que todo parecía tan...