como un salto de campana
Guinea, Mauritania, Namibia. Ninguno de esos nombres le resultaba tan lejano ni ajeno como Cluj, el lugar donde su madre agonizaba. Era inútil. No podíaconcentrarse. Prendió el televisor. El noticiero mostraba imágenes de esa guerra
Tengo prueba de geografía mañana, papá. Y te aseguro que esas preguntas sí van a quedar sin respuesta —concluyó Irinaincorporándose y dando por terminado el tema.
Guinea, Mauritania, Namibia. Ninguno de esos nombres le resultaba tan lejano ni ajeno como Cluj, el lugar donde su madre agonizaba. Era inútil. No podíaconcentrarse. Prendió el televisor. El noticiero mostraba imágenes de esa guerra
Tengo prueba de geografía mañana, papá. Y te aseguro que esas preguntas sí van a quedar sin respuesta —concluyó Irinaincorporándose y dando por terminado el tema.
Guinea, Mauritania, Namibia. Ninguno de esos nombres le resultaba tan lejano ni ajeno como Cluj, el lugar donde su madre agonizaba. Era inútil. No podíaconcentrarse. Prendió el televisor. El noticiero mostraba imágenes de esa guerraTengo prueba de geografía mañana, papá. Y te aseguro que esas preguntas sí van a quedar sin respuesta —concluyó Irinaincorporándose y dando por terminado el tema.
Guinea, Mauritania, Namibia. Ninguno de esos nombres le resultaba tan lejano ni ajeno como Cluj, el lugar donde su madre agonizaba. Era inútil. No podíaconcentrarse. Prendió el televisor. El noticiero mostraba imágenes de esa guerraTengo prueba de geografía mañana, papá. Y te aseguro que esas preguntas sí van a quedar sin respuesta —concluyó Irinaincorporándose y dando por terminado el tema.
Guinea, Mauritania, Namibia. Ninguno de esos nombres le resultaba tan lejano ni ajeno como Cluj, el lugar donde su madre agonizaba. Era inútil. No podía...
Regístrate para leer el documento completo.