Como una novela

¿Son los padres los culpables de que sus hijos no lean?
Este es uno de los cuestionamientos que nos plantea el autor Daniel Pennac, en el libro objeto de este análisis. Desde una visión muy clara advierte lo mucho que les cuesta a los muchachos de hoy en día adquirir el hábito de la lectura; plantea además que es un error de los padres y del sistema educativo decidir la forma en que los niñosy los jóvenes han de acercarse a los libros, sostiene que hay que quitarle ese carácter tan rígido dado a la lectura para que esta se presente más fácil y así se haga más cercana y viable a los jóvenes que le temen tanto a los libros.
De una manera muy didáctica se va adentrando en el tema, y de forma muy amena nos va contando a modo de vivencias propias cómo cuando el niño va creciendo lospadres se van convirtiendo en contadores de cuentos, en narradores de historias, de forma que los van sumergiendo en el mundo de la comunicación.
También como y desde que momento es que la lectura pierde su posición de placer. Señala que es cuando el padre ocupado deja de leerle al niño, y entonces este joven no encuentra en los libros más que motivos de frustración.
A partir de esto continúamagistralmente narrando los demás motivos por los que muchas personas no llegan a la lectura; nos da los argumentos por los que se niegan a abrir un texto.
En medio de historias, reflexiones, anécdotas y con muy humor presenta con mucha naturalidad el problema por el cual nos alejamos de la literatura, y le tenemos -si se quiere- temor a los libros.
Es un libro fácil de entender, el autor vanarrando y evocando la forma cómo se podría llegar a ser lector; y cómo cuando somos adolecentes nos vamos alejando de este maravilloso universo, influenciado negativamente desde el colegio y las instituciones, cuando éstas nos imponen como tarea y nos inculcan ese dogma que insistentemente repiten:“tienen que leer”.
Entonces es acá cuando manifiesta una gran frase que prácticamente reduce su obra yla describe de manera singular: “El verbo leer no soporta el imperativo”, esto quiere decir que cada lector tiene la capacidad de decidir cuando, como, donde, y que leer. Nadie puede quitarle su autonomía y nadie podrá criticar la forma o el camino que tome para leer, porque la lectura es un arte por medio del cual nos liberamos y lo que el señor Pennac intenta es que los jóvenes vuelvan a lalectura.
Es claro entonces que el lector lo debe hacer por placer, por satisfacción por afición y no de forma impuesta, ¿será que habrá derechos para ser lector? Esta pregunta la hacemos y nos la respondemos: ¡claro!, que existen derechos para los lectores y el primero curiosamente que nos plantea el autor es el de: El derecho a no leer, pareciera una paradoja pero es así, si no quiero leer no leo ypunto. Luego sigue una lista de nueve derechos mas, en su orden son: el derecho a saltearse las paginas, el derecho a no terminar un libro, el derecho a releer, el derecho a leer cualquier cosa, el derecho al bovarismo, el derecho a leer en cualquier lugar, el derecho a hojear, el derecho a leer en voz alta, el derecho a callarnos.
A lo largo del libro Daniel Pennac crítica la manera en que lospadres y maestros imponen la lectura, muy especialmente, su dogma conjunto de que leer es una obligación porque hace a los jóvenes mejores personas.
En consideración a todo lo expuesto por tan esplendido contador de novelas debemos decir que cuando nacemos estamos deseosos de escuchar historias. Es decir desde cuando somos capaces de entender por medio de las palabras nos convertimos en amos denuestros padres, y les pedimos cuentos para todo, para dormir, para comer y hasta para amarrarnos los zapatos. Encantados, pasamos horas enteras escuchando sus cuentos, así sean repetidos pero no nos damos cuenta que con eso vamos agotando su repertorio y su paciencia y ellos empiezan a buscar formas para evadir esa tarea.
La excusa perfecta la encuentran en la escuela y delegan a partir de...