Comparacion con el Plan Austral
l ministro Juan Vital Sourrouille, el presidente del Banco Central, José Luis Machinea, y el secretario de Hacienda del Ministerio de Economía de la Nación, Mario Brodersohn, resolvieron aplicar cambios en la política económica. Paraello dispusieron decretar un feriado bancario por 48 horas. Ante los rumores de inestabilidad, se inició una corrida masiva hacia el dólar. La inflación, que en febrero de 1989 era del 9,6% mensual, alcanzó 78,4% en mayo, mes de las elecciones presidenciales, adelantadas intencionalmente por Alfonsín debido a la fuerza presión de los sindicatos y los grupos económicos (en un principio loconsideró un grave error, pero con el tiempo entendió que estaba en una situación extremadamente compleja).3
Fueron unos días de mucha tensión, violencia y robos descontrolados.
El Plan Primavera, en lo que fue el último intento del gobierno de Raúl Alfonsín por detener, sin éxito, la escalada inflacionaria y reactivar la economía. Fueron, en realidad, los prolegómenos de la hiperinflación que luego sedesataría.
El equipo económico liderado por Juan Sourrouille anunció el 3 de agosto de 1988 el paquete de medidas en un contexto de una inflación de dos dígitos, y una gran debilidad política tras la derrota en las elecciones legislativas del 87.
Varias similitudes con el contexto actual hacen que hoy los analistas desempolven la historia del Primavera basado en controles de precios, desalarios públicos, tarifas y del tipo de cambio.
Se venía del ocaso del Plan Austral -que, vale recordar, consiguió reactivar la economía y aplastar la inflación dando lugar a uno de los mejores momentos económicos de la historia-y del Australito. La inflación entre enero y julio de 1988 había saltado y acumulado 178%. Los organismos financieros internacionales presionaban por ajustes. Losgrandes déficits de las empresas públicas ya eran inmanejables, al igual que el de la Tesorería que se retroalimentaba por el cuasi fiscal del Banco Central. Fueron los tiempos del festival de bonos, con nombres más parecidos a medicamentos que a activos financieros (Tidol, Denor, Tacam, Ticof, Bagon, Ledo, Leda, Lefa, Barra). Se imponía un ataque frontal a la inflación, ante el fracaso de lasconcertaciones, la aceleración de la espiral precios-salarios, la suba de las tasas de interés y la creciente dolarización de los ahorros internos.
Si bien el plan contenía ciertocomponente heterodoxo, esto resultó adecuado, según los historiadores, a una circunstancia de innegable deterioro del poder político de Raúl Alfonsín (estaba completando su quinto año de mandato). Vale recordar que el expresidente sufrió en carne propia una recordada silbatina en la inauguración de la Exposición Rural de Palermo luego del lanzamiento del plan. También fue duramente rechazado por la CGT, que venía con Saúl Ubaldini a la cabeza de paro en paro. Pero tuvo el apoyo explícito de la UIA y la Cámara Argentina de Comercio, al privilegiarlas exportaciones industrialescon reembolsos y otros alicientes, comoel mantenimiento de los Programas Especiales de Exportación (PEEX) creados por Roberto Lavagna, desde la Secretaría de Industria. Estos programas consistían en reembolsos a las exportaciones industriales ante el compromiso de incrementar las cantidades vendidas al exterior. Dieron lugar a una serie de desmanejos.
Opción
Los derechos de exportación eran de 5%. Para subirlos, Alfonsín...
Regístrate para leer el documento completo.