Computacion
Pero el Yodo 131 siempre se recordarámás que el resto en Ucrania y Bielorrusia ya que causó 8.358 casos registrados de cáncer de tiroides –la mayoría de ellos niños- tras el desastre de Chernóbil en 1986.
Por eso, puede sersignificativo que, tras salir a la luz discrepancias abismales entre las autoridades nucleares en Japón y EE.UU respecto a los niveles de radiactividad en los alrededores de la central, científicos japoneses dela Universidad de Kioto publicarán este viernes los resultados de sus propias pruebas de radiactividad, concretamente la intensidad de los escapes Yodo 131. “No se han publicado datos oficiales sobreconcentración de iodina: el gobierno debe hacer pública la información real para que podamos protegernos”, dijo Tetsuji Imanaka uno del equipo que realizan las pruebas, en una entrevista mantenida ayeren su oficina.
Estas críticas internas de científicos independientes se producen tras un diagnostico estadounidense del desastre que contradice el de las autoridades japonesas en áreas clavedesde los niveles de radiactividad que se registran en los alrededores de la planta hasta las dimensiones necesarias para la zona de evacuación. EE.UU. aconseja a sus ciudadanos residentes en la zona aalejarse más de 80 kilómetros de la planta frente a los 20 kilómetros aconsejados por el gobierno japonés. “El consuelo para nosotros es que hay gente que miden la radiactividad que no son empelados...
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