Computacion
I. Nacer y jugar
Los orientales nos dicen: «educa a los niños y no tendrás que castigar a 105 hombres», y les damos toda la razón. Vienen los pedagogos y nos aseguran que el juego es la principal herramienta en la educación del niño. Luego deducimos que el hombre ha de jugar de niño, para no ser un indeseable de mayor. Educar, educar... palabra corta pero deun significado muy amplio y, a voces, complicado.
Si, pues, hemos de usar el juego como herramienta de educación porque sabemos que él es el gran aprendizaje de la vida, no podemos descartar conocer las diferentes formas de juego con las que podemos complacer en nuestros hijos su sed de conocer y practicar; en definitiva, de jugar.
Vamos a exponer una serie de pensamientos, no sólo para lacomprensión del juego, sino también para tener nuevas ideas de cómo hacer jugar a los pequeños y de cómo utilizar esta herramienta que el Señor ha puesto a nuestro alcance.
Vamos a exponer una serie de pensamientos, no sólo para la comprensión del juego, sino también para tener nuevas ideas de cómo hacer jugar a los pequeños y de cómo utilizar esta herramienta que el Señor ha puesto a nuestroalcance.
Tenemos en nuestras manos unos aprendices de hombre o mujer y este aprendizaje es largo y laborioso, pero nosotros sabemos que si Dios nos ha dado estos trabajos es porque sabe que, si nos esforzamos en ello, no sólo los podemos realizar, sino que podemos alcanzar para nosotros y para nuestros hijos cotas muy altas de felicidad.
Ahora somos los maestros de estos aprendices deldifícil y apasionante arte de la vida. A pesar de ello, también somos aprendices en el delicado menester de convertir a nuestros hijos en hombres de provecho y conocedores del amor de Dios que con tantas cosas fabulosas nos ha obsequiado.
Que la rutina de cada día no haga que nuestros hijos vean en todo lo creado algo normal y corriente, cuando en realidad están siendo testigos de mil milagrosdiarios. Con el juego les podemos hacer partícipes de todo ello.
La responsabilidad que hoy tenemos los padres supera con creces a la que tenían nuestros antepasados, pues hay que luchar con mucha más competencia, atractiva a los ojos de los pequeños pero, muchas veces, dañina en su educación. Gracias a Dios, también se tienen más medios y más conocimientos para combatir y para educar.
Desde elmomento en que el ser humano nace, su cerebro se dispara y su diminuta inteligencia aprende en seguida a distinguir entre quienes se dejan gobernar por el rey de la casa y quienes no. Muchas veces suelen mandar los bebés y no los padres.
Es la hora en la que hay que empezar a inculcar costumbres al pequeñajo. Pensemos que, a pesar de que el hombre es el animal más débil e indefenso en susprimeros meses, también sabemos que es el más avispado y se quiere aprovechar de ello.
Las buenas costumbres que inculquemos al bebé más adelante las llamaremos virtudes y los malos hábitos que dejemos prosperar serán V¡C¡05 dentro de poco. Conseguir el máximo de buenas costumbres es un claro objetivo que los padres se han de marcar.
Si la madre o el padre, con todo cariño, lo coge en brazosuna y mil veces para evitar sus estridentes lloros, no habrá hecho nada más que convertirse en la esclava de aquel pequeño dictador. Se le está acostumbrando mal con actitudes incorrectas.
El bebé necesita jugar desde los primeros meses. Claro que no jugará en el sentido que los adultos damos a este concepto. Encontrará como delicioso juguete sus pies y manos. Le hemos de ayudar a descubrirlosy usarlos.
Tan grave es que un niño no duerma como que no juegue, porque el juego contribuye al buen desarrollo psicomotriz, que es la base de un aprendizaje adecuado. El juego es una educación temprana, pero necesaria y positiva, que no le podemos negar.
Nuestro pequeño hijo, menos comer y llorar, lo ha de aprender todo; por lo tanto, puesto que el juego es el aprendizaje de la vida,...
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