Computacion

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-¿Usted tiene hongos venenosos?
Por todas respuestas saqué dos bolsitas del hueco del mostrador y se la mostré.
-Estos son los buenos, estos son los malos. ¿No parecen idénticos?
DonHellmuth asistió, maravillado.
-Calcule usted- continué-.Si uno los sirve por separado, en dos platos, nadie podría diferenciar los venenosos de los otros. Claro que seria conveniente disponer de unantídoto, por si acaso.
……….
-Déme hongos de las dos clases- Dijo él-.Y el contraveneno.
Mientras le cobraba los hongos y el frasco, le dije:
-Claro que sí ha de estar al alcance de un enemigo queHaya comido los hongos venenosos, convendría disfrazar el antídoto, para que no lo tome.

-¿Y cómo? – Preguntó Don Pedro
Yo tomé de un cajón una etiqueta donde se veía una calavera en rojo, y debajode ella la palabra “veneno”, y la pegué en el frasco.
-Ya está –le dije -.Ahora únicamente nosotros dos sabemos que esto no es lo que decía la etiqueta. Trate de no olvidarse este detalle.Casualmente aquella misma noche vino a refugiarse en mi botica la mujer de don Pedro , una criolla joven y linda a quien el gringo acostumbraba moler a palos ,y eso después de haberse casado con ella, o talvez de rabia por haberlo hecho; y me contó…
que después de haber comido juntos un guiso de hongos, la había echado de su casa corriéndola con un látigo. Don Pedro, que era hombre tan rico como avaro,solía tener arrebatos, pero nunca como esa vez, la muchacha lloraba como una magdalena….
Yo hice girar la manivela del teléfono, me comunique con don Pedro y le grité, asustado:
-¡Oiga! ¡Equivoquélas etiquetas de los hongos! Los comestibles son los venenosos, y los…
Dicen que los encontraron al otro día envenado con cianuro de potasio. El forense analizo el contenido del frasco que habíavaciado de un trago Doña Maria, y declaró:
-Veeneno, tal como lo indica la etiqueta sin duda se suicidó.
No faltaron después quienes me miraron de reojo porque me case con la viuda.
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Pero...