Computadora

El maestro olvidado
Marchaban por la sexta avenida con paso marcial y abnegado.

José Barnoya

Desde hace mucho los maestros solicitan salarios decentes, escuelas pulcras, pizarrones limpios,pupitres cómodos y útiles presentables para poder desempeñar bien su labor de docentes y mentores. Por esas razones es que han tomado calles, oficinas y escuelas como medidas de presión para lograr sucometido. Es por ello que también efectúan largas caminatas, desde los departamentos hasta la capital. Fue en una de esas agotadoras marchas que creí ver desfilando a los inolvidables maestros quetanto en la primaria como en la secundaria, trataron pacientemente de educarnos y formarnos. Marchaban por la Sexta Avenida con paso marcial y abnegado los maestros inolvidables: Francisco Guzmán,Belisario Ventura, Luis Díaz, Julio Anzueto, Montes, Cadena y muchos más, siendo ellos los que inspiraron el relato sobre el Maestro Olvidado:

Como que ya traía la vocación, pues desde patojo la gustóenseñar: primero a los hermanos en el difícil juego del capirucho, y luego cómo adormecer un trompo en la palma de la mano. Se le pasaron volando los años en la Escuela Normal, entre estudios, arrestos ycapiuzas. Ya con el cartón de maestro, se refundió en una escuelita de aldea para niños mal nutridos, bancos de pino y piso de tierra. Así fue como recorrió escuelas con nombres raros de maestrosolvidados que, abandonó ya con canas y arrugas, pero con la satisfacción de ver logrados a sus alumnos. Los hijos ya graduados de maestros, tomaron nuevos rumbos, y fue entonces que pensó en la vejez quese le venía encima con la pobreza. Así comenzó el maestro Leonidas el arduo papeleo de la jubilación; expediente que fue creciendo hasta alcanzar decenas de páginas.

Recibió al fin una citacióndel Ministerio de Educación y después a través de la reja de una ventanilla, el aviso de que su jugosa jubilación ascendía a la cuantiosa suma de quinientos pesos. Preguntó entonces al oficial: “¿No...