comunicación y lenguaje

La comunicación y el lenguaje
Por José Luis PIÑUEL RAIGADA
Universidad Complutense de Madrid

Una pregunta como ésta permite no sólo distinguir concep1. El aprendizaje de las lentualmente dos cosas distintas: la comunicación y el lenguaje, sino
guas ¿es posible sin comunitambién establecer de inmediato que si las lenguas hay que aprendercación?
las (como lo demuestra la experiencia),entonces es posible que la
capacidad de comunicarse preceda a la capacidad de usar una lengua.
Lo más fácil es pensar que nacemos con esa capacidad de
comunicarnos, pero si se observa a un recién nacido (pues nadie
dispone de recuerdos propios de aquella etapa) resulta difícil admitirlo. Habría entonces que forzar una explicación como ésta: la capacidad se tiene, pero hay que desarrollarla.
Ahorabien, supuesto que las lenguas se aprenden ¿hubo alguien que no tuviese que aprenderla? ¿Fue él quien comenzó a enseñarla a los demás? ¿Quién inventó la lengua?
Parecerá una tontería esta pregunta, puesto que ya se sabe
a. ¿Quién inventó la lenque sólo los mitos relatan gestas, denominadas cosmogonías, para
gua?:

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dar una explicación del origen de cada pueblo, de cada cultura, in-Perspectiva evolu- cluyendo el origen de la lengua propia. La lengua, como cualquiera
otra destreza cultural (no sólo para comunicarse, también para alitiva

mentarse, o para construir utensilios, etc.) es un patrimonio colectivo
Perspectiva cultu- que va cambiando de generación en generación gracias a la capacidad de comunicación. Los antropólogos que investigan los orígenes
ral
de nuestraespecie –el homo sapiens- son los primeros interesados en
conocer cómo se fue desarrollando la comunicación dando origen a
los códigos de señales compartidos a partir de los cuales pudo surgir
aquello que puede considerarse ya una lengua. Por su parte, los etólogos (especialistas en comportamiento animal) se preocupen de
estudiar cómo se organizan aquellas conductas (que más se asemejan
a lacomunicación humana) en ciertas especies en cuyo comportamiento se descubre que existen respuestas a estímulos (sonoros,
visuales, químicos, etc.) cuya naturaleza asemeja mucho a un código
de señales.
De momento, las incógnitas mayores entre etólogos y antropólogos residen en el hallazgo de los trayectos evolutivos; por
ejemplo, ¿hubo alguna especie de abejas que pueda considerarseevolutivamente anterior a las que actualmente conocemos, y en cuyo
comportamiento colectivo para organizar la búsqueda de alimento no
existiese el repertorio de señales hoy confirmado? ¿Cómo apareció
este comportamiento comunicativo? O, según se plantean los antropólogos, si entre los homínidos actuales y los hombres primitivos
(v.g. los habitantes de Atapuerca, o los de las Cuevas de Altamira)
lasdiferencias son abismales, ¿cómo fueron y cual debió ser la comunicación en aquellos grupos intermedios, capaces de explicar la
evolución desde el repertorio de señales utilizadas por los chimpancés más evolucionados, y los repertorios de señales y signos que,
como en el caso de Atapuerca o Altamira, permiten imaginar que
hubo ya previamente un lenguaje evolucionado?. De hecho, si etólogos yantropólogos indagan a la búsqueda de los trayectos evoluti-

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vos, es porque todos están de acuerdo en aceptar que existen dos
procedimientos de interacción realizables por los seres vivos: la
interacción que puede denominarse coactiva (la directamente ligada
a la esfuerzo físico puesto en juego para forzar las acciones entre
individuos de la misma especie o de otra), y la interaccióncomunicativa, hecha posible por el recurso a un «trabajo expresivo» es decir,
por el recurso de producir señales para reproducir respuestas en
otros.
Esta distinción conceptual está en el origen por establecer
un examen descriptivo de los mecanismos de la interacción comunicativa, frente a los mecanismos de la interacción coactiva; y por
referir ambos procedimientos de interacción, a la...