Comunicacion y conflicto
Cuando de tanto en tanto se examinan de manera desprevenida y superficial los periódicos de la ciudad y las publicaciones propias aflora la sensación de que la Universidad de Antioquia se ha quedado detenida en el tiempo, en un tiempo determinado, a juzgar por cierto tipo de problemas que, en apariencia, versan sobre lo mismo y que se repiten con demasiada frecuencia.La recurrencia de los conflictos en la universidad pública, y en la Universidad de Antioquia en particular, lleva a pensar que, en tanto reiterados y periódicos, ciertos conflictos –académicos, políticos, administrativos– o desbordan la órbita universitaria, o no tienen salida, o no se resuelven y más bien se posterga su resolución, o se resuelven parcial y tardíamente.
Y tan reiterados son losconflictos como reiteradas las objeciones a la comunicación por el papel cumplido en la coyuntura de turno, cuestionada, y esto es una paradoja, incluso por las mismas directivas universitarias. Paradoja, porque la crítica deja entrever la equívoca concepción de la comunicación como un asunto externo, ajeno a la gestión, accesorio y meramente operativo [cuando no cosmético], y no como una cuestiónintrínseca a la gerencia, constitutiva de la política [institucional] y de quienes en primera instancia están llamados a materializar dicha política.
Tal postura puede indicar, por un lado, la sobrevaloración de la comunicación al atribuírsele alcances y competencias que quizá no tiene y, por otro, refleja la falta de una reflexión sistemática, tanto alrededor del conflicto como de la informacióny la comunicación, reflexión en un nivel tal que permita la comprensión de estos fenómenos y el delineamiento de acciones que contribuyan, en el mediano y largo plazo, a cambiar pautas de comportamiento en la comunidad universitaria o que apunten a incidir –desde luego de manera positiva– en la cultura institucional.
Al margen de la discusión –de la manera como se resuelve o no el conflicto y dellugar que le cabe a la comunicación y a la información en las crisis y conflictos consuetudinarios–, es innegable la importancia creciente de la comunicación y muy especialmente de la comunicación organizacional, más necesaria cuanto más se generalizan, indiferencian y homogeneízan las instituciones por efectos de la llamada globalización, y cuanto más compleja se advierte la organización misma,en nuestro caso la Universidad, y por tanto más expuesta a la crisis, a las incertidumbres, al desequilibrio y la entropía.
Esta situación lleva a que, con insistencia, los diagnósticos que cada tanto se ‘levantan’ señalen déficit en la comunicación interna e indiquen, por tanto, la urgencia de fortalecerla, contrario a lo que sucede con el contacto que la Universidad mantiene con el entorno–político, económico, empresarial, social, gubernamental, científico, académico-universitario– a través de los medios masivos de que dispone –emisoras, tv-video, periódico, portal, publicaciones de toda índole, etc.,–, los cuales, con todas las deficiencias que se les pueda endilgar, han contribuido a dar cuenta de los proyectos y de los hechos positivos de la Universidad, a mejorar la imagen de lainstitución y a generar ambientes más favorables para los intercambios, las alianzas, los apoyos, en otras palabras, para legitimar y allanar el camino para la gestión universitaria ante los diversos interlocutores (ésta sí de manera directa, cara a cara, no mediada, ni mediatizada).
Y no es que no haya comunicación interna. Lo que sucede es que la que existe –predominantemente informal– no está atadaal proyecto de universidad que prevé el Estatuto General, los planes de desarrollo institucional y los planes de acción.
Dicho de otro modo, la comunicación interna que se da en distintos niveles no responde, al menos desde el nivel central de dirección, a un proyecto preconcebido y direccionado desde la alta gerencia, que establezca políticas, derroteros, prioridades, recursos y programas...
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