Comunicacion y Sociedad
Para un gran número de nuestros semejantes, los contactos humanos resultan difíciles. Algunos tienen un comportamiento asocial y se alejan de su entorno para hundirse en la soledad. Otros ahuyentan a sus iguales mediante su irritabilidad. Da la impresión de que, perdido en una sociedad de masas, el hombre se ha sobresaturado de comunicaciones y que, por esta razón, seha hecho asocial, que rehuye la presencia de otros hombres. ¿Pero es posible presentar el fenómeno resumiéndolo en una fórmula tan simple? No, ya que los hombres que presentan un comportamiento poco sociable se lamentan también de su aislamiento dentro de la masa. Por otra parte, los hombres viven, a veces, amontonados unos encima de otros sin por ello mostrarse agresivos: apenas se puede vivirmás en contacto, los unos con los otros, en un pueblo bosquimano o waîka. Sin embargo, esos representantes de pueblos denominados primitivos no se cansan -y no se cansarán mientras sigan existiendo- de mantener contactos estrechos con sus semejantes.
Esta contradicción se explica por el hecho de que los hombres que viven juntos adoptan comportamientos orientados al establecimiento de contactos,así como comportamientos con vistas a evitar también tales contactos, y esto simultáneamente. En este proceso, el conocimiento personal atenúa el efecto de temor provocado por la percepción de caracteres peculiares de otros individuos. Esto ya se nos pone de manifiesto con la observación del lactante. A una edad de seis a ocho meses, los lactantes reaccionan con una ambigüedad manifiesta ante laaproximación de una persona extraña. Sonríen al extraño y, simultáneamente, se sienten intimidados por él, lo que desencadena entonces un reflejo de defensa y la búsqueda de protección junto a la madre. Si a pesar de esta intimidación evidente, el extraño sigue aproximándose, la intimidación se transforma en miedo y en rechazo del extraño: el niño llora, se refugia en la persona que se ocupa de ély, finalmente, hace gestos de repulsa hacia el extraño, si éste trata de tener un contacto más estrecho. Hemos observado el desconcierto provocado por una persona extraña en los lactantes de bosquimanos, de indios Yanomami, de papúes y de otras numerosas poblaciones. Esta reacción se produce en los contextos más variados y - la cosa está así determinada - sin que el niño haya tenido previamenteexperiencias molestas con alguna persona extraña. Todo se desarrolla, pues, como si a esta edad el niño comenzase, en virtud de un proceso de maduración, a reaccionar frente a factores que desencadenan en él el miedo y la defensa, mientras que otros modos de comportamiento suscitan la simpatía. El conflicto entre esos dos modos de comportamiento engendra un movimiento pendular, un alternancia entrela atracción y la repulsión, o aún más, una superposición simultánea de dos modos de comportamiento.
Esta ambivalencia en las relaciones entre los hombres se prolonga hasta la edad adulta. He visto, dentro de las culturas más variadas, adolescentes y mujeres jóvenes que testimoniaban en el momento de los contactos visuales exactamente los mismos conflictos entre reacciones de atracción yreacciones de repulsión. Este síndrome comportamental se conoce con el nombre de comportamiendo de turbación. A primera vista, parece extremadamente variable. Una jovencita aturdida (o flirteando) puede dirigir una mirada y una sonrisa a su interlocutor, bajar luego los ojos o volver la cabeza, para buscar enseguida un nuevo contacto visual, y así sucesivamente, en una alternativa cíclica de atracción yde repulsión. Los comportamientos que expresan esta disposición a aceptar el contacto y a rechazarlo también pueden superponerse: la jovencita sonríe y reprime al mismo tiempo esa sonrisa (sonrisa embarazosa) o se aleja de la mano tendida hacia ella. También puede reprimir más enérgicamente esta sonrisa mordiéndose el labio inferior. Pero esta superposición puede expresarse igualmente por el...
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