comunidad

Esta vida fraternal de las primeras comunidades que nos relatan los Hechos, la ponemos como punto dr eferencia para lo que tiene que ser la práctica del amor entre loscristianso de hoy en día, pero no vivirla como un signo d efrustación para los cristianos d ehoy, que no somoscapaces de vivir ese sueño ideliazado del amor como pensamos que fueroncapaces aquellos creyentes. Pero tampoco pensemos que el estilo de vida d elas priemeras comunidades no hubo sobresaltos, persecuciones o que todo hubiese sido un camni derosas o transcurrido con normalidad, porque no tendríamos modelos válidos en a palbra de Diso, para nuestras humildes comunidadesque caminan a veces con muchos tropoiezoos en elseguimiento dejesía, unico modelo perfecto de amor.
Esasdificultades no frenaban a los apostoles. Ellos tenían el impulso del espoiriti santo, la uerza del mismo espiriti, esafuerza que les fue dada en el día d epentecostés, que los empujaba a dar testimonio de que jesísu era el mesías. Ellos no estaban solo,, el esìritu d el apormes asederramósobre ellos, que estaban reuudos en un mismo lugar. HeCh. 2,1. que lo esperaban” perseverando en la oracióncon un mismo espíritu. Sta profunda experiencia los transformó,losconvierte en etestigos.
El espirit santo es en verdad el protagonista d etosa misión,actua en medioo d ellos, pero al mismo tiempo actua también enlos oyente, en todo está elEspiritu santo que
La misióan d elos apostoles me alla sprimeras comunidades es proclamar a toas las gentesm,, aatoda slas naciones, atood el munod, con la certeza qdada por elSeñor que en esta tarea ellos no estraán solos, sino que recibirán la fuerza y losmedios para edesarrollar su misión, en esto está la presencia y el pode del E.S.da vida