comunidades imaginadas cap VII VII IX

TERCERA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA PROFESORA: ADRIANA CAPALDO
ALUMNO: MATÍAS VALDÉS
INTRODUCCIÓN
En este trabajo realizaremos una breve revisión de los aspectos más importantes que nos entregan los capítulos VII, VIII y IX de la obra “comunidades imaginadas” de Benedict Anderson, en la cual el autor reflexiona sobre el nacionalismo, desde sus orígenes y la teoría que nace entorno a laexplicación de dicho fenómeno. En este sentido los capítulos que comprenden el trabajo tienen relación con el nacionalismo en la época industrial, específicamente las transformaciones que se dieron a cabo durante el siglo XIX respecto a la organización de la sociedad, la que Anderson dirá que paulatinamente pasara de un Estado colonial a un Estado nacional, forma de organización que impera hasta eldía de hoy en las diferentes ideologías políticas. Es más, cuesta imaginar un sistema gubernamental que no sea el Estado nación mucho más que imaginar por ejemplo el fin del mundo y otras teorías apocalípticas muy de moda en el pensamiento de las sociedades occidentales del siglo XXI. Para Anderson, la característica principal del Estado nacional moderno es la capacidad de reproducir en la sociedaduna concepción de tiempo homogéneo donde coexisten todo los habitantes de la nación, que permite a ellos mismos entenderse como una unidad con características propias, que resulta en esta comunidad imaginada que el desarrolla en su obra. Los diferentes aspectos acorde a esta cuestión pasaremos a revisarlos a continuación.
DESARROLLO
Para el autor, en 1922 es un año marcado por la creación dela liga de las naciones, hecho que pone fin como resultado de la primera guerra mundial al poder de las monarquías absolutistas que caracteriza a los grandes imperios del siglo XIX. A pesar de que las ideas ilustradas ya tomaban forma desde la revolución francesa, las dinastías resistían al intento por parte de la burguesía de quitarle los derechos que los hacían nobles, es decir, una elite en elseno de la sociedad misma, que le otorgaba un sinfín de privilegios al interior de la sociedad. Para esto las dinastías debían llevar a cabo su propio proyecto de establecer y expandir su propio proyecto nacional sobre los territorios que ejercía su dominación. Uno de los principales problemas con que se interponía este proyecto era el de administrar extensos territorios desde una metrópoliscentralizada, por lo que la especialización en cargos administrativos que dieran conexión entre el centro del imperio y la colonia se tornó fundamental en un mundo que, como ya vimos en Gellnert, tenía como característica la gran cantidad de nacionalismos potenciales, es decir, culturas o etnias heterogéneas al interior de los mismos proyecto nacionales que buscaban su coerción. La medida que tomaronpara establecer un principio de cultura hegemónica en la construcción de las naciones europeas es el establecimiento de una lengua única estatal, la cual será representada en los territorios por funcionarios bilingües. En este sentido, la red de conectividad entre la metrópolis y los pueblos colonizados sufrió una rotunda transformación gracias a la revolución industrial. Ferrocarriles,telégrafos, buques a vapor, entre otras tecnologías, transformaron las formas de dominación que se hacían mucho más eficientes. Pero para Anderson el proyecto nacional de los imperios caía en una paradoja: que el nacionalismo se enfrentaba con el imperialismo a la hora de justifica la colonización y la educación nacionalista por parte de los colonos hacia los pueblos colonizados. ¿Cómo podían creer estosen naciones soberanas, con derechos, libertades e igualdad para todos sus habitantes si se encontraban subordinados social, económica y culturalmente a las potencias imperiales? Para Anderson se produce en ese sentido una distinción entre el colonizado y el imperio, entre el europeo y nativo, la cual permite que aparezcan, sobre todo en el siglo XX, movimientos nacionalistas de carácter...