Comvi

UNA NOCHE COMO CUALQUIERA
Ya quedaba poca gente en las calles, en el fondo como si fuera un sonido lejano se escuchaba el ladrido de un perro, yo iba caminando un poco lento cansado por el largo díade trabajo, solo quería que las calles se acortaran y así poder llegar pronto a casa; girando la última esquina antes de llegar vi un par de niños jugando con lo que parecía una pelota, pensé que eramuy tarde para que estén en la calle jugando, luego comprendí que no se estaban divirtiendo solo era una excusa para distraer el hambre antes de ir a dormir en el refugio improvisado que sus familiashabían construido en el potrero una calle más abajo.
Llegue por fin a la entrada de la casa busque las llaves dentro del bolsillo y entre a la casa subí a mi cuarto y realice lo que más deseaba,botar la maleta lejos y acostarme, el silencio predominante estropeado ocasionalmente con una sirena o un ladrido no me dejaba descansar, lo oscuro de la noche solo recreaba una imagen que al parecer fueefímera pero seguía en mi mente, no dejaba de pensar en la suerte de aquellos niños, se escucha frecuentemente que los niños son el futuro pero ¿Qué futuro? Pienso y sigo pensado, pensé que seríaotra noche como cualquiera, el sueño desapareció y en su lugar el insomnio se apodero de mí.
Cansado de estar cansado me levanto y comienza el ritual para estas noches, preparo un tinto, busco en lamesa la cajetilla de cigarrillos y los fósforos, subo a la terraza y enciendo uno y como si realmente hiciera parte de un proceso mecánico, miro las montañas que están llenas de ladrillos y asfalto,las luces en filas de cada calle solo me remite a una escena funeral, donde cada bombillo es la luz de una vela que se enciende por cada pedazo de montaña muerto, sin darme cuenta el cigarrillo avisaque queda una calada mientras el tinto me indica que alcanza para encender otro.
Mi mente divaga mucho y como una hoja seca que se desprende de un árbol termina en cualquier lugar, esta vez término...