Con la frente en alto

Con la frente en alto.

Recuerdo que salí sin permiso de mi madre, pero ya le había comentado a mi papá, lástima que no estaría en casa. Era un sábado, como a las diez de la noche, pensaba muchas cosas mientras caminaba de regreso, por aquella calle obscura que conduce a mi casa.

En mi mente se presentaban dudas y preguntas, como aquella que siempre buscaba desconcertarme – ¿cuántasveces me he sentido como un títere? – la respuesta era absorbida por mis problemas una vez mas, luego era olvidada; pero no sólo eso traía en la mente – ¿qué hacer? – estaba preocupada porque sabía que mamá me regañaría, me la imaginaba recostada en la cama viendo televisión, su mirada lo decía todo, enfurecida me gritaría.

Pero detrás de aquellos ojitos, se mostraría la falta deexperiencia para resolver lo que me inquieta. Mi madre no quiere que cometa sus mismos errores, pues le fue difícil superarlos, todo fue muy rápido para ella y quiere que me mantenga alejada de todo lo que pueda dañarme.

“No existen salidas” es su lema, también llegaba a mi mente mientras avanzaba por la calle; un temor me invadía, pensaba en el espantoso regaño que obtendría de mi madre, con tansolo tocar la puerta entre abierta de su recamara, al decir – Ya llegue mami –, sabía que gritaría mi nombre y detrás vendría su gran lema – ¡Isadora, no existen salidas!, entiéndelo, parece que no quieres obedecer mis reglas, ¿no lo comprendes?– así sería, quizá cambiaría su discurso un poco pero al final sería lo mismo.

Mi madre me reprimía y me confundía con sus discursos, al parecer lahistoria sería la misma; pero podría ser otra, si tan solo le explicara el porqué de mi retraso, sería difícil ya que después de su lema comenzarían a escurrir mis lágrimas y no podría tan siquiera expresar una palabra.

Luego pensé que – esta vez trataría de permanecer con la frente en alto, porque se que no había cometido ninguna falta como ella siempre imaginaba –, entonces supe que era elmomento de responder aquella pregunta, me he sentido como un títere porque no he tenido la fortaleza para enfrentar las situaciones y decidir por mi cuenta.

Resolver la pregunta me obligaba a aplicar la propuesta que a mi mente llegó, entonces me di cuenta que – ¡Se escucha fácil armarse de valor, pero no lo es! –, sería la primera vez que me dirigiera a mi madre con un tono de voz más alto.Mientras subía las escaleras para llegar a su recamara, pensé – ¡es el momento! –, al llegar a la puerta suspiré... después toque la puerta y antes de que ella gritara dije – Mami estoy aquí –, abrí la puerta... entré, me miró y comenzó a fruncir su cara.

Sabía que era el momento, así que hablé con temor – Te explicaré todo... sólo déjame hablar –, de inmediato alzó la voz y dijo –¡Aquí quien da las ordenes soy yo y te pediré explicaciones cuando a mí me parezca, así que no me hables en ese tono niña tonta! –.

Volví a suspirar y me armé de valor para decir – Nunca me has permitido que te explique cuando lo creo conveniente, no me escuchas... no comprendes mi forma de pensar, nunca te interesas por mis proyectos, ni conoces mis metas... hieres mis sentimientos cuandono te interesas en lo que yo quisiera... –. Mamá sonrió fingiendo que por primera vez escuchaba mis reclamos, me miró como calculando lo que diría, pero después de su sonrisa permanecí callada, pues se me hizo un nudo en la garganta.

Antes de entrar prometí que no debería llorar frente a ella pues notaría mi debilidad, no encontraba la forma para controlar la difícil situación. Así que ellaaprovechó mi silencio, para seguir justificando su enojo ante mi falta y gritando me dijo - ¡No comprendes la vida, te aventuras por ella sin tener cuidado!, te acordarás de mí cuando te des cuenta de que no es color de rosa... ¡No quiero que sufras, ni que llores cuando hayas tropezado en el camino! –.

Entonces me armé de valor y dije – ¡Si tan solo me conocieras!... hablemos madre......