Con La Noticia Y Pronto Fueron Todos Los Chicos A Animarlo En Su Recuperaci N
—¡Tío Teddy! ¡Tío Laurie!
Al ver a Jo, el amabletío Teddy saltó ágilmente del coche, comentando orgulloso:
—¡¿Qué tal mi carroza?! ¿Eh?
La señora Bhaer se rió y lo invitó a pasar a la casa. Y el tíoTeddy, que sin duda estaba informado de todo lo referente a Dan, le tendió familiarmente la mano diciéndole:
—¡Hola, amiguito! ¿Cómo va el pie?
—Mejorando...Aunque estoy bastante aburrido.
—¿Qué tal si fuéramos a pasear un rato en el coche? —preguntó tío Teddy, persuadiendo al muchacho.
—¡Magnífico! Pero lepediré permiso a la tía Jo.
—Ya lo tienes, hijo —replicó el tío, después de lo cual Dan se encontró instalado en el asiento del coche.
De un salto, Demi seubicó a lado del cochero. Nat acompañó a Dan en el asiento grande, y el tío Laurie se instaló frente a ambos.
—Observen lo que traigo —dijo Laurie, y,con ademán picaresco, extrajo un libro, añadiendo—: espero que les guste —mientras al hojearlo dejaba ver, en brillantes páginas, mariposas y pájaros devistosos colores.
—¡Eso sí que es bueno! —exclamó Dan, tomando el libro para verlo con Nat.
Y ante la sorpresa de los chicos, Laurie mostró un rimero decuentas que los indios ocupaban como dinero y que llamaban "wampum", así como una punta de flecha auténtica.
—Cuéntanos algo de los indios, tío —pidió Demi.
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