conciencia

¿Deben los científicos limitarse a la investigación sin cuestionar sus posibles usos?
Teniendo en cuenta la histórica preocupación del ser humano por lograr progresossignificativos, la ciencia, la tecnología y quienes la estudian y aplican se confrontan en un dilema ético y moral. Esther Díaz (1994), epistemóloga y ensayista, y Mario Bunge (1985), físico y humanista,ambos argentinos, aportan su mirada sobre la responsabilidad ética y moral de los científicos. A continuación, en este informe se retomará un debate histórico al observar las diferentes posturas de losautores y los efectos que este dilema provoca, como así también el grado de responsabilidad de todos los sectores de la sociedad.
Los moralmente responsables
“La ciencia básica es como un cuchilloque puede usarse sea para cortar una zanahoria o una cabeza humana: ambos son moralmente neutrales”, postula Bunge. De esta manera comienza a hacer referencia a la inocencia ética y moral de losinvestigadores de ciencias básicas, quienes según él, sólo procuran el conocimiento y mientras éste no se aplique a fines buenos o malos, mantiene su carácter de neutro. Por otra parte califica a loscientíficos aplicados y tecnólogos como corresponsables del delito, debido a su capacidad de comprender las consecuencias prácticas de sus acciones. Enérgicamente acusa a los decisores políticos yeconómicos (quienes finalmente contratan los servicios de los científicos) de tener el mayor grado de responsabilidad. El autor invita al lector a responsabilizar principalmente a estos por los malessociales de nuestro tiempo.
Bunge confronta también con el enfoque holístico, que sostiene que el individuo actuará en consecuencia al entorno o sistema en el que viva y se desarrolle. Aunque el autorcomparte que determinado sistema puede guiar al individuo a llevar a cabo más rápidamente ciertas acciones indeseables, finalmente es el propio individuo quien decide su accionar y permanencia dentro...