CONCIENCIAS IRREDENTAS O LA EMPANADA MENTAL

“LAS CONCIENCIAS IRREDENTAS O LA EMPANADA MENTAL.- UN OPÚSCULO SOBRE EL ESTADO MORAL PÚBLICO Y PRIVADO DE LA RETRO-PROGRESÍA, SU INFLUENCIA EN LA SALUD PÚBLICA Y LENITIVOS PARA TODO LO ANTERIOR”.-


En el estado actual de la res pública resulta imposible, no ya para cualquier ciudadano común y corriente sino hasta para uno de esos filósofos sesudos y de recto criterio que tan poco abundan hoyen día, entrar a entender las raíces últimas, los fundamentos inspiradores de las acciones de nuestros actuales gobernantes.


Tal es el número de los yerros, el tamaño y la variedad de los dislates, lo deshilvanado en las legislativas idas y venidas, producto ya no del pacto entre ideas sino entre puros y duros intereses, y la injerencia torpe, dictatorial e injustificada en todos y cada uno delos planos de nuestra existencia, que no podemos alcanzar a conocer cual es núcleo doctrinal, o cuando menos la argamasa conceptual que conecta y da sentido a lo que solamente se nos aparece como un mero ejercicio absurdo y caótico del poder político.


Trasladando el examen de la actualidad desde el plano político al terreno de lo personal, sólo la fragilidad de la condición humana nos permiteentender que personas, que por otra parte y en otras esferas de su vida sienten y se conducen en forma ponderada y honesta, sigan justificando el horror que ha supuesto el nacimiento, desarrollo y puesta en práctica del socialismo en el siglo recientemente pasado.


A pesar de que cada son menos encendidas sus defensas del carácter científico de la mera aberración ideológica de Marx, y a la barbarieen que se tradujo su aplicación, continúan refiriéndose a la necesidad imperativa de la implantación de un régimen comunista primero en la URSS, más tarde en China, y luego en las otras naciones, aludiendo a que quizá la misma se tradujo en la consecución de algunos logros industriales y sociales.


Del mismo modo, distante pero firme, excusan no ya la brutalidad de la actual dictadura cubanasino el lenguaje cada vez más mafioso de Castro, y ahora el de sus pintorescos secuaces, Chávez y Morales.


En cuanto se produce el más mínimo disenso con sus planteamientos, lo que resulta fácil cuando su cosmovisión política es el cedazo por el que todo lo criban, reaccionan sintiéndose heridos en lo que creen a pies juntillas que constituye la estructura íntima de su personalidad, y vuelven arefugiarse en su ortograma mental, es decir aquel que les exige creer que su idea de la justicia es la única posible y en que cualquier medio es y ha sido bueno o disculpable en el afán de conseguirla, fiat iustitia et pereat mundus.

Dicha cerrazón es abiertamente contraria a cualquier pensamiento liberal, que desde Locke a Popper ha sostenido que es precisa la comunicación y síntesis de lasdiversas y distintas ideas (sapere aude) y que son los medios los que justifican y dan sentido al fin.


Dichos sentimientos más que ideologías son el caldo de cultivo en que ahora se nutren nuestros conciudadanos autodenominados progresistas, que por la absurda pero lógica cobardía al reconocimiento público de los propios aunque pasados errores y por la inercia cuasi-fisiológica del pensar y actuarhumano, les conducen a sostener posiciones sino de aproximación y defensa si de comprensión y aún dignificación de los postulados de cuanto catastrofista medioambiental, caudillo indígena, terrorista nacionalista o islámico, o simple extremista antiamericano o marginal revanchista aparezca en cualquier lugar del planeta.


Igualmente, y a pesar de haber perdido sin remedio el añorado credo, sesienten impelidos no ya a postular sino a pretender abanderar cuanta causa en el socialismo real fue proscrita con absoluta saña (pacifismo, feminismo, ecologismo, movimientos religiosos y humanismo cristiano, autonomismo y nacionalismo, igualdad homosexuales, libertad de expresión, etc.).


Casi ninguno de nosotros puede predicarse totalmente inocente de haber caído en alguno de los anteriores...