Concierto Lady Gaga - Born This Way

Lady Gaga consiguió que medio Palau Sant Jordi se volviera loco – incluída yo – con el concierto que ofreció ayer en Barcelona y he de confesar, antes de empezar a escribir este post, que nunca hesido muy fan de la cantante. He bailado sus canciones en las discotecas – como todos – he cantado sus estribillos pegadizos en el coche mientras sonaba en la radio – como todos – y he sentido morbo porla expectación que ha creado siempre entorno a sus videoclips. Sólo alguna canción sigue sonando en mi i-Pod de vez en cuando: "Speechless", "Yoü and I", "Hair" o "Bad Romance" que han conseguidoseducirme por sus increíbles letras. Más allá de todo esto que os estoy contando, no he tenido más relación con Lady Gaga, y ayer me sorprendí con los pelos de punta y chillando en algún momento delconcierto. No sé si fue por la impresionante escenografía que montó – un enorme castillo medieval, de hecho, la mayor estructura escénica que jamás se haya construído para una gira, más de 10 cambios devestuario, un caballo negro que llevó a la cantante a dar una vuelta por todo el escenario y hasta un inquietante holograma con su cara hablando al público – o por la fuerza que desprende ella endirecto. Es posible que fuera una mezcla de todo, pero tengo que confesar que ahora me gusta más Lady Gaga. Sus contínuas alusiones al sexo, a la vida , al amor y a lo maravilloso que resulta ser diferentecalaron hondo dentro de mí. Y si encima, después dedica palabras de amor incondicional a sus fans, a España y suelta frases como: Are you brave enough to not give a fuck? mientras se levanta la faldapara enseñar el trasero a todo el público, entonces ya me ha ganado para la eternidad. Resulta gracioso que sólo con un live una persona pueda influir en miles de individuos, y aunque es cierto queotros artistas son capaces de ofrecer directos más poderosos con sus voces o coreografías, Lady Gaga tiene mucho mérito: Toca el piano, baila, canta sin desafinar, no le importa tirarse por el suelo,...