Conclucion
Sin embargo, existen otras diferencias detrato que son más fáciles de comprobar porque basta con mirar las estadísticas de empleo. Una de ellas es la que da lugar a lo que los expertos llaman “segregación ocupacional”, es decir, la división dehombres y mujeres en dos mundos laborales distintos y, como consecuencia, la concentración de mujeres en ciertos sectores y ocupaciones.
En la mayoría de los países, las mujeres acaparan lossectores financiero e inmobiliario, la Administración Pública, la educación, la sanidad y las actividades asistenciales; y están prácticamente ausentes en grupos ocupacionales como el del personal directivode órganos de la Administración Pública, directores y gerentes de empresas, y en los sectores agrícola, ganadero, y minero, preparación y tratamiento de materiales, fabricación de productos, montaje ymanejo de maquinaria e instalaciones, construcción y transportes.
Desde las civilizaciones más primitivas, el hombre ha realizado las funciones que requerían más fuerza física (trabajo agrícola,caza, elaboración de herramientas, etc.), y la mujer se dedicó a otro tipo de tareas, especialmente las de cuidado y asistencia, no sólo de sus hijos, sino de una familia más extensa: la comunidad enque se hallaba inserta.
Cuando se dio la revolución industrial, la necesidad de aumentar la fuerza de trabajo dedicada a la industria, así como un tipo de vida urbano que requería mayores ingresos...
Regístrate para leer el documento completo.