Conclusión de la revolución mexicana
A partir de este argumento de Hobsbawn, elpresente trabajo se propone ensayar una posible respuesta al interrogante de cuándo concluye la Revolución Cubana, considerando que “sea cual fuere la naturaleza de la solución revolucionaria (de compromiso, incompleta, etc.) llega un momento en que el período de convulsión deja paso a la historia posrevolucionaria”[2]. Además se toma en cuenta la salvedad introducida por el propio autor según lacual para las revoluciones postliberales como la cubana “…es necesario un grado mayor de desarrollo tras la transferencia de poder, para que se pueda considerar que han llegado ‘a su término’”[3].
En 1959, el pueblo cubano estaba a favor del derrocamiento de la dictadura de Batista, y en consecuencia, de la revolución. Como sostiene Mires, “los momentos iniciales de la revolución contaron conamplia participación popular”[4], a la cual se sumó según Winocur el respaldo de la burguesía azucarera y los hacendados mediante el Pacto de Caracas de 1958. Además el M26J, movimiento líder de la revolución, interpelaba a los desempleados, obreros del campo, industriales y braceros, pequeños agricultores, maestros y profesores, pequeños comerciantes y jóvenes profesionales.
Tras la toma delpoder, tuvieron lugar medidas no tan estrechamente relacionadas con el regreso a la democracia, como la nacionalización de las tierras de latifundistas locales y capitales extranjeros a través de las reformas agrarias del 59’ y el 63’, y la estatización de las industrias y empresas privadas debido al boicot norteamericano a las exportaciones. A partir de esta situación, Mires sostiene que hubo undesplazamiento de las fuerzas internas: los vastos sectores de la población popular continuaron apoyando a Fidel Castro debido a que sus medidas mejoraban notablemente el nivel de vida (reformas agrarias, Ley de Alquileres, etc.), la capa de propietarios y tecnócratas modernizantes perdió relevancia debido a su debilidad como colectivo y a la toma de poder de las empresas por parte del Estado, yfinalmente el Partido Comunista se alió al líder brindándole su aparato organizativo y conexión con la Unión Soviética. En palabras de Sobrino, “suele aducirse que la necesidad de la dirección castrista de contar con un aparato disciplinado, dado que la gran masa de los miembros del movimiento 26 de Julio era un conjunto heterogéneo y amorfo de revolucionarios, rebeldes, humanistas, reformistas,demócratas y otras facciones políticas, obligó a recurrir a los viejos comunistas cubanos, formados en la escuela verticalista del ‘centralismo democrático’ al uso en la III Internacional”[5].
De esta manera se puede argumentar que tras la transferencia de poder y de las medidas nacionalistas y sociales tomadas en el transcurso del 59’ al 63’, Cuba superó las amenazas internas de ser derrocada.
Encuanto a los peligros externos (e internos también), el hecho que pone de manifiesto su superación es el fracaso de la invasión de Bahía de Cochinos en 1961. La invasión consistió en una operación militar de tropas anticastristas entrenadas por la CIA, las cuales fueron derrotadas por el Ejército Rebelde y las Milicias Nacionales.
En este punto se hace necesario retomar la salvedad mencionada...
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