condores no se entierran todos los dias
Por: Kalia Ronderos
Cóndores no entierran todos los días, del director Francisco Norden, estrenada en 1984, es un largometraje ficcional basado en la novela del mismo nombre del escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal. Con este film sobre la violencia de los años 50, ganó premios en los festivales de cine de Biarritz,Chicago, Huelva, La Habana, Bienal de Bogotá y Figuereira da Foz.
Creo pertinente realizar un acercamiento a la lectura de este film, pensándolo como una vuelta a la memoria, donde algunos de los artistas colombianos como Santiago García, Carlos José Reyes en teatro y más adelante el mismo Norden en cine, buscaban generar un arte político y reflexivo en el cual hallaron, además, una forma y unmedio para hablar sobre los procesos históricos vividos nacionalmente. Es una generación que pensaba en su historia, que pretendía que ésta no pasara de largo, como aún sigue siendo, y en un emprendimiento creativo e intelectual desarrollaron este film y obras de teatro como Soldados o Guadalupe años sin cuenta. Las temáticas de violencia e intolerancia señalan constantemente la injusticia, la luchapor el poder y el dominio económico.
Como parte del contexto actual colombiano, el paramilitarismo, el terrorismo de estado y la lucha armada en Colombia, hacen parte de un largo proceso de guerra que no responde a condiciones aisladas, sino que al contrario, es resultado de una acumulación de hechos que han provocado el estado actual de guerra. Creo pues importante remarcar que históricamentela carencia de una memoria, de un reconocimiento del pasado, hacen que la violencia colombiana se haya consolidado como endémica, convirtiéndose hoy en uno de los países con mayor índice de desapariciones, muertes y asesinatos, como forma de dominio político.
Hechos como la masacre de las bananeras, el Bogotazo, el exterminio de la UP, la ola del sicariato y hoy el paramilitarismo, muestran unaclara falta de memoria y compromiso con el país. Gustavo Álvarez Gardeazábal, dentro de la mesa redonda "La novela de la Violencia" en la cátedra Jorge Eliecer Gaitán organizada en la Universidad Nacional de Colombia, realizó una comparación entre la novelística de la Violencia en Colombia y el proceso de la novelística de la Revolución Mexicana: "De la Revolución Mexicana todos saben lonecesario: sus detalles, sus fracasos, sus crímenes, sus personajes. Es historia patria y forma parte funcional de la educación de todo joven mexicano. En cambio, de la Violencia en Colombia ni los hijos ni los nietos de las víctimas conocen el fenómeno. Apenas si recuerdan que a su padre o a su hermano, a su tío o a su abuelo los mataron por cuestión política. Lo demás no interesa o al menos no serefleja exteriormente. El olvido que les impuso el sistema ha sido casi mágico: huérfanos de la Violencia, desterrados de sus tierras, viudas desamparadas, todos olvidaron prácticamente todo. El proceso de las democracias hereditarias colombianas ha hecho lo demás. Nadie asusta al contrario con el espanto del asesino o del instigador principal. Las fronteras de los partidos se fueron perdiendo y el odioque podía haber mantenido la fábula desapareció por encanto".
Creo pues, que hoy podemos ver figuras tan antiguas y violentas como las que relata Norden en su película con Los Pájaros, en agrupaciones como las llamadas “Las Águilas Negras” o en acciones como las masacres, los asesinatos, las mutilaciones o la aparición de cuerpos en los ríos, entre otras. Es un proceso que desde inicios delsiglo XX se ha mantenido latente, conviviendo en nuestro imaginario colectivo, pero frente al cual, paradójicamente, no hemos tomado conciencia, volviéndonos así, irreflexivos, y manteniendo una posición pasiva y poco crítica frente a nuestra realidad. Norden con su película hace un llamado al pasado, colocándonos frente a un hecho histórico concreto que también nos habla de nuestro presente; nos...
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