Conducta

Se arriba a la firme convicción de que los medios de prueba que se desahogaron durante la instrucción del proceso, no solo resultaron ineficaces e insuficientes para justificar plena y legalmente la materialidad del delito, sino que además permitieron evidenciar toda una serie de incongruencias y contradicciones en las declaraciones de los denunciantes (oficiales remitentes) lo cual produjoserias e importantes suspicacias de que las primigenias declaraciones ministeriales de estos órganos de prueba en realidad no se apegaron a la verdad histórica de los hechos, según se habrá de exponerse más adelante; sólo que previamente conviene puntualizar como preliminar consideración que si bien es cierto los elementos de prueba que fueron recabados por el órgano en la etapa de investigación, entreotras, las declaraciones de los denunciantes (oficiales remitentes) en su oportunidad procesal fueron estimadas idóneas y suficientes para el efecto de someter a proceso penal al justiciable VICTOR CÉSAR BRAVO GONZÁLEZ, también lo es, que no debe pasarse por alto que el estudio de los elementos de prueba recabados durante la etapa preliminar o de investigación y etapa intermedia o de preparaciónde juicio oral, difiere del análisis que debe realizarse respecto de dichas probanzas para los efectos de una sentencia definitiva, sencillamente porque aquellos estadios procedimentales previos básicamente se trata de establecer si hay o no méritos para someter a determinada persona a un proceso penal en calidad de “probable responsable” de un hecho delictivo que hasta ese momento se tiene losuficientemente acreditado, pero en la inteligencia de que las partes contendientes necesariamente tendrán que dirigir su actividad probatoria a “perfeccionar” o desvirtuar las pruebas hasta ese momento existentes. En tanto que el nuevo estudio de las pruebas recabadas en la etapa de investigación y de las aportadas durante la etapa intermedia para los efectos de una sentencia definitiva, posee eltrascendental objetivo de determinar básicamente pero de forma definitiva, por un lado, si subsiste el acreditamiento del cuerpo del delito con base en el debate probatorio que se genero durante la etapa de juicio oral. Y por otro lado, si la persona acusada efectivamente es o no penalmente responsable de dicho delito.

Por los que hechas las consideraciones anteriores, se esta en posibilidad deestablecer como ya se adelanto con antelación, que al haberse confrontado las declaraciones vertidas por los (oficiales remitentes) no solo entre si, sino también con el resto de las constancias procesales que se desahogaron durante el juicio oral correspondiente, en efecto se pudo advertir la existencia de una serie de inconsistencias y contradicciones que invariablemente y naturalmente lograroninfluir en el ánimo del suscrito para poner en tela de duda la versión de los hechos expuestos por los oficiales remitentes. En tanto que la versión defensista que desde un principio sostuvo el justiciable VICTOR CÉSAR BRAVO GONZÁLEZ, esto es, al negar haber realizado la conducta que le fue atribuida por los precitados denunciantes, siendo detenido en su domicilio sin haber dado motivo a ello, esla que se apreció mayormente creíble y verosímil, pero sobre todo acorde con el cúmulo probatorio que emerge del sumario. Por lo que a efecto de sustentar las anteriores consideraciones basta hacer notar las siguientes contradicciones o incongruencias que redundan en la desestimación de la inicial versión incriminatorias ponderada por los denunciantes.

INONGRUENCIAS ENTRE OFICIALES REMITENTES YVICTIMAS

PAG. 14, 15, 16

Es inconcuso que las variantes inconsistencias a las que se ha hecho alusión en líneas que anteceden, si afectan la probidad de los oficiales remitentes, pues no debe perderse de vista que ninguno de ellos pudo ser congruente y acorde entre sí para poder establecer con la sobrada certeza jurídica la veracidad del hecho delictuoso por el que se instauró proceso...