Confesión letal
Sonaba la canción “Jesus doesn't want me for a sunbeam” en el bar “El Nirvana”, un bar bastante oscuro, en el que la penumbra que producían las luces color azul tenue dejaban ver que éste se encontraba adornado con imágenes de artistas fallecidos, con retratos y esculturas de arcángeles caídos, con mesas en madera muy antigua y oscura; y con un característico olor de unamezcla entre sahumerio, incienso y la humedad de las paredes en ladrillo corroído.
Después de apagar su teléfono celular, Lizeth McCapry tomó la decisión de acercarse a Stephen C., que la llamaba, pero a cada paso que daba sentía a mayor escala el intenso agotamiento de su cuerpo y su panorama se iba desvaneciendo, hasta que notó cómo sangraba a grandes borbotones su vientre.
Estaba sólo a unmetro de distancia de Stephen C. cuando cayó desplomada en el piso, en un charco de sangre y parecía que las personas a su alrededor no podían oír su hilo de voz, que rápidamente dejó de existir. Lo último que Lizeth McCapry vio en ese bar, antes de que sus ojos quedaran en absoluta oscuridad, fue a una gente vestida de negro, cerca de Stephen C., tomando bebidas alcohólicas y riendo a carcajadas.Lizeth McCapry era una reconocida actriz de teatro, joven, de rostro angelical, de piel trigueña; de cabello largo, negro, brillante y lacio; y que a su corta edad ya había protagonizado más de 20 montajes teatrales.
En una función de teatro se encontraba, cuando vio allí sentado, en primera fila, a un hombre muy alto, de cabellera negra, larga y desordenada; de barba oscura y descuidada; depiel tan blanca que casi se le veían las venas, de ropas negras (desde sus botas hasta su chaqueta); y de un cuerpo tan escuálido como el de una lagartija. La atracción de Lizeth McCapry por ese hombre fue tan fuerte y tan inmediata que sintió que lo conocía hacía muchos años atrás y pudo sentir cómo instantáneamente una parte de ella le era entregada a través de su contacto visual con losojos de él, que parecían de color rojo, como fuego vivo. Cuando volvió en sí, pudo notar que todos los espectadores la miraban a la espera de cuál era su siguiente acción o texto en el escenario, mientras sus colegas del teatro la miraban con temor y desesperación a causa de que estaba tan desorbitada y dispersa de la escena.
Al terminar la presentación y después de recibir los reprochesprovenientes del director y de sus compañeros, se sentía agotada, como nunca antes se había sentido después de terminar una función.
Preguntó a varios de sus colegas si habían visto a aquel hombre, pero ninguno parecía haberlo hecho.
Función a función, ese hombre se acercaba al teatro a ver a Lizeth McCapry. La atracción que ésta llegó a sentir por él, fue tan grande que en cada presentaciónpercibía su presencia y ubicaba inmediatamente el sitio en donde se encontraba sentado, esto a pesar de que las luces que le daban de frente opacaban la visualización hacia el público.
En los momentos que estaba fuera del teatro, no podía dejar de pensar en él, pero curioso era que nunca, ninguno de sus colegas había llegado a verlo, quizás porque ninguno de ellos sentía lo que ella sentía por él.
Enrepetidas ocasiones, Lizeth McCapry se quedaba en el escenario después de acercarse al proscenio y recibir el postrero aplauso del público, para hablarle al hombre, pero él, pese a su prominente estatura, lograba escabullirse entre la gente que se levantaba para abandonar las instalaciones del teatro y así desaparecer.
En cada una de sus funciones, ella entregaba todo de sí para él, y así losentía, porque presentación a presentación iba palpando más el agotamiento en su cuerpo, ese que jamás había experimentado, pero que en el fondo le hacía sentir placer, porque sabía que era a causa de haberle dado todo a ese hombre, ése con el que nunca había podido hablar, pero que sabía, era su amor.
El día 6 de junio se presentó la última función de la temporada, Lizeth McCapry, con su...
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