confines-el final
Dulkancellin, con su reducidogrupo dehombres estaría a cargo de custodiar a los extranjeros hasta la casa de las estrellas. Los guerreros de Molitzmós permanecerían en la costa vigilando las naves.
Cucub vio al ave. Estaba enferma.. Kupuka había convocado al águila y le había ordenado buscar la piedra alba entre la mortandad de los lulus. No bien la encuentres, llévala a la casa de las estrellas.
Por decisión de Zabralkán losextranjeros no entrarían hoy a la casa de las estrellas. Zabralkán salió en primer lugar; después salió Bor, con mal aspecto; y por último, todo un séquito que no podía terminar de ordenarse. Venían los astrónomos menores que habían sido escogidos para viajar a la costa y recibir a los visitantes. Un poco más atrás venían sus acompañantes. Un poco más atrás, los extranjeros animales con cabelleradijo alguien. Dos de aquellos animales, que no traían hombres a cuesta sino mantos ricamente bordados, eran conducidos por un zitzahay. Los hombres de Dulkancellin se repartían por ambos costados y por detrás.
De entre todos los súbditos de Misáianes, Drimus fue el señalado. Misáianes lo había elegido para que marcara en la casa de las estrellas la primera huella de los sideresios. El mismoastrónomo que lo había recibido en la puerta estaba hablándole. Le decía queno sería recibido ese día. El y sus 2 hombres serian trasladados a un edificio cercano a la casa de las estrellas, pronto tal vez mañana lo recibirían los supremos astrónomos. Drimus, el doctrinador, tuvo que aparentar el alma en los puños para que no se le notara la furia. Únicamente aceptar la orden y esperar. Esperar queestuvieran frente a él aquellos que se hacían llamar Supremos astrónomos, descendientes de los que traicionaron a la magia del norte.
*Por los caminos de las tierras fértiles: Desde el norte, los sideresios. Desde el sur, los husihuilkes. El fin era impedir caminos de alianza entre un pueblo y otro para dejarlos solos ante el ataque. Beleram sepultada bajo una montaña de pueblosmuertos le gustaba decir a Drimus. Los guerreros husihuilkes habían avanzado con mucha rapidez. Pero el ataque de los pastores durante las noches, se hicieron frecuentes. No solo cada una de esas noches el ejercito disminuía, sino también por el retraso que sufría la marcha. Los sideresios entraron en pequeños grupos a las chozas de palma, y con sus armas brillantes tajearon los sueños durmientes de laestirpe de los acechadores del mar. Las mujeres peces algunas que pasaban en busca de alimento a la isla triste vieron lo que estaba sucediendo. Entonces decidieron nadar hacia el sur, para avisarles a los supremos Astrónomos lo que pasaba, pero no pudieron llegar a donde querían porque un ataque de peces carnívoros, inaudito en la zona tanfría, las alejó de la costa y las persiguió mar a...
Regístrate para leer el documento completo.