conflicto armado y para militarismo en colombia
Puerto Boyacá, en el corazón del magdalena medio antioqueño fue el primer experimento de cooptación del poder local por parte del paramilitarismo de primera generación. La combinación exitosa de captura de rentas, dominio militar sobre el territorio, eliminación de la oposición política y apropiación de la institucionalidadlocal se replicó prontamente en extensas regiones de los departamentos de la Costa Atlántica, y los Santander es. La era de los hermanos castaño y la generación paramilitar agrupadas bajo las AUC diseminaron este modelo en buena parte del territorio nacional.
Pero fue en las elecciones parlamentarias del 2002 cuando este proceso se hizo evidente en el escenario nacional. Los escándalossuscitados en dicha elección suscitaron 7 demandas, de las cuales pocas tuvieron curso y se resolvieron ya al final del período legislativo. Los hechos denunciados evidenciaron la irrupción de los grupos paramilitares como actores principales en la definición de comportamientos electorales considerados como atípicos en sus regiones de influencia. Investigaciones, como las de Claudia López ( CNAI),confirmaron las declaraciones sucesivas de Salvatore Mancuso y Vicente Castaño que reivindicaban para las AUC el control del 35% del Congreso de la República.
El fenómeno paramilitar – por sus orígenes dispersos territorialmente – tiene la característica de centrar su accionar en el poder local y regional, aspecto que se evidencia en la cantidad de intereses, ejércitos privados vinculados amafias fragmentadas, y divergencia de intereses, que se hicieron visibles en el marco de la negociación gobierno nacional – AUC- desarrollada durante el primer mandato de Álvaro Uribe. El caso del paramilitarismo agrupa las reacciones de grandes propietarios rurales y traficantes de estupefacientes ante la ausencia del Estado en el tema de seguridad y manifestaciones armadas que se opusieron a lastransformaciones en las estructuras locales de poder que se venían manifestando desde los acuerdos de paz de la década del 90 y la constitución de 1991 como fundamento de la llamada apertura política nacional.
Esto sentó de manifiesto la competencia armada por el control del poder local, que para entonces, con la reciente descentralización política apenas esbozada disparó los índices de violenciapolítica para 1994.
Según cifras oficiales, entre 1993 y 1994 fueron asesinados 127 políticos a nivel nacional , contando únicamente personas elegidas por voto popular para desempeñar un cargo, excluyendo la cantidad aún no revelada de líderes sociales y comunitarios en los municipios y regiones. Esta cifra se dispara a 176 en 1997 y posteriormente desciende levemente a 135 para el 2001 -2002,consolidándose para el caso del 2006 en 50 homicidios.
El comportamiento de las cifras oficiales revela un accionar “campana” de los homicidios a alcaldes, gobernadores, candidatos, congresistas y concejales que modificó sustancialmente el panorama político nacional en varios municipios y departamentos. Es importante tener en cuenta que si la premisa es el control institucional y la cooptación depoder local, no necesariamente una reducción de los indicadores asegura una ausencia de presión armada, o de grupos hegemónicos que consolidaron su presencia local por medio de las armas. Es de esperar que tras sucesivos períodos de eliminación sistemática del contrario, se consolide un grupo hegemónico que a medida que estabiliza su incidencia tenga menos necesidad de recurrir a la fuerza paraejercer coerción sobre el poder local.
El punto culmen de la violencia política en la década se presentó en 1997. Posterior a los resultados electorales de este año, el Departamento de Estado norteamericano publica el 31 de enero de 1998 un informe sobre la situación de derechos humanos en el país, en la cual asegura que las llamadas convivir han involucrado directamente a los ciudadanos en...
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