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CONFLICTO Y PAZ UN LLAMADO DE LA POLÍTICA
Documento de trabajo de la RED DE LUCHADORES CONTRA EL HAMBRE Y LA POBREZA.
El conflicto armado interno que actualmente vive el país, hunde sus raíces en dinámicas históricas que perviven como sustrato al interior de su expresión presente. El actor por excelencia en el mismo han sido las fuerzas armadas colombianas: el cual ha ejercido el monopolio dela fuerza de manera fragmentada y de acuerdo a los intereses diferentes a los proclamados en las distintas constituciones que ha regido a la nación colombiana. En palabras del investigador Alfredo Molano: De alguna manera nuestro Ejército se convirtió en una fuerza colonial manejada por nativos contra rebeldes, y sus procedimientos militares estuvieron siempre dirigidos a sembrar, como toda fuerzacolonial, el terror entre la población civil y la fuerza insurgente. (Molano, 2005:2).
La consolidación de la República a través de la negociación de las élites regionales se realizó a través de la primera mitad del siglo XX; siempre a espaldas del grueso de la población colombiana. Las fronteras de colonización se volvieron los terrenos propicios para la cada veza creciente población ruraldesplazada por la apropiación, por derecho o de hecho, de las tierras por parte de las élites regionales.
A partir de la mitad del siglo XX, los ámbitos, dinámicas e intensidades del conflicto han tenido mediaciones, pactos y acuerdos con diferentes partes integrantes de la tensión política. Su último intento lo encontramos en los llamados diálogos del Caguan entre el Estado representado por elgobierno de Andrés Pastrana -1998-202- y la guerrilla de las FARC.
El lunes 14 de Enero de 2002 se suspende este “laboratorio de paz” y se inaugura una etapa del conflicto en Colombia, qué nueve años después, se puede leer como una nueva óptica de reflexión y regulación del conflicto por parte de la estructura política de gobernanza, en la que la solución pacífica queda completamente descartada delpanorama de la política, desconociendo así los elementos primigenios de las investigaciones de la paz que se estructuran en la necesidad de un intento riguroso por estudiar científicamente la guerra y la prevención de la misma (Martínez y Paris, 2004) para no ahondar en los conceptos que ahondan en la dinámica de los marcos de los estudios de la paz y los conflictos .

Desde la culminación delos diálogos, el establecimiento diseño una ofensiva feroz, basada en términos generales en la negación del conflicto como componente con-sustancial de la realidad política y social, estigmatizando de paso a todos aquellos que se atreven a mantener un discurso de cara a las grietas del orden y sus contradicciones.

De esta forma, las reflexiones académicas, sociales y políticas que se veníanrealizando en torno a la dinámica de la confrontación, las divergencias y diferencias que se desarrollan en cualquier cuerpo social, fueron rápidamente desapareciendo del escenario comunicacional, dejando de un lado las posibilidades de una transformación pacífica de los conflictos en Colombia. En otras palabras, en las agendas de la política y de lo político se nota una ausencia de análisis ycomprensión de los marcos de la conflictividad social que se desarrollan en los diferentes territorios, culturas y subjetividades de la sociedad.

Suspendido el “experimento de San Vicente del Caguan” y acontecido el atentado a las torres gemelas -Wall Street- el imperio – en los términos de Antonio Negri- delineó para el mundo y específicamente para Colombia – véase Plan Colombia- una estrategiade confrontación militar a las diferencias culturales, sociales y políticas, que puede englobarse con el título de guerra sin fin, donde conceptos como terrorismo, aniquilamiento, exterminio, protección a la democracia, guerra preventiva… son los elementos axiales de este desplazamiento hacia la violencia de la regulación de los conflictos, movimiento que niega de plano la subjetividad, validez...