Conflictos

Colombia, Ecuador y Venezuela: ¿Disipados vientos de guerra en la región?
María José Becerra Romero Marzo de 2008

La sucesión de hechos que ha tenido lugar en los últimos días en Ibero América se ha convertido, sin duda alguna, en una de las más grandes crisis entre países de la región pues, en efecto, se han involucrado temas de tanta envergadura, como la soberanía nacional, el conflictoarmado colombiano, las relaciones entre los gobiernos de Venezuela y Ecuador con las FARC y la presunta colaboración de éstos gobiernos a dicho grupo guerrillero y no es ingenuo pensar que si bien la crisis ha sido aparentemente conjurada, el conflicto reviste una complejidad de enormes dimensiones, que requiere mucho más que un simple apretón de manos. Es por supuesto deseable una salida diplomáticaa conflictos de ésta naturaleza. No era conveniente desde ningún punto de vista avivar los ánimos de guerra que por unos días tuvieron en vilo a los países involucrados y a los espectadores, pues de hecho, de concretarse una avanzada militar, tendría sobre éstos últimos un impacto de no poca importancia, si se tiene en cuenta que éstas problemáticas tienen la capacidad de desestabilizar a toda laregión, en la medida en que relaciones comerciales y diplomáticas tienden a resquebrajarse en estos escenarios, lo que trae implicaciones negativas para la economía y las relaciones políticas entre los países en cuestión. No obstante, son varios los elementos que aquí deben analizarse con detenimiento, en aras de identificar los posibles escenarios que se puedan configurar a partir de ahora paralos países involucrados y para la región en general, pues aunque la crisis parece superada, ha quedado claro que la tensión continúa, el problema permanece latente y, aunque en efecto, a raíz del encuentro generado con ocasión de la vigésima Cumbre de Río los mandatarios de Colombia, Venezuela y Ecuador han optado por una salida diplomática y han moderado su discurso, no es difícil vislumbrar queéstos permanecen atentos a los acontecimientos, alertas a emprender nuevas acciones y decisiones que pueden volver a amenazar con desestabilizar a la región.

En efecto, son varias las lecturas que pueden generarse a partir de los hechos ocurridos. Es claro que cada estado involucrado defiende su posición a partir de una serie de argumentos que, dependiendo del lado en el que se encuentren,parece darles la razón. Desde luego, el primer mandatario colombiano Álvaro Uribe Vélez justificó la incursión de sustropas en territorio ecuatoriano haciendo alusión a una estrategia militar necesaria con miras a dar de baja a Raúl Reyes, segundo en importancia dentro del Secretariado de las FARC- Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- grupo guerrillero que representa el más grande flagelo queha tenido el Estado colombiano durante casi cinco décadas. Sin duda, golpe histórico a favor del primer mandatario de Colombia. Esto al menos en cuanto a su política doméstica, pues el pueblo colombiano, agobiado por un conflicto de casi medio siglo, con generaciones y generaciones nacidas en medio de la confrontación, ha sido casi unánime al respaldar al presidente de la nación, trascendiendoincluso la polarización que existe entre quienes apoyan al Presidente y quienes critican su gestión. Sin embargo el escenario fue diametralmente distinto al examinar los hechos desde afuera, desde la óptica de la región. Ante un primer llamado del presidente colombiano a su homólogo ecuatoriano Rafael Correa para explicar lo ocurrido, el tema parecía resolverse sin mayores inconvenientes. El vendavalpolítico vino cuando el tono de Correa cambió intempestivamente, alineándose a la postura radical del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien decidió que su país también era parte del conflicto. Aprovechando la coyuntura, Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, apoyó también al gobierno ecuatoriano, pues desde hace años éste país centroamericano sostiene con Colombia un litigio territorial...