Confluencia
Todas las personas vivimos de nimias suposiciones incorrectas. Vivir es el principio, morir es el final. Nadie se atreve a discutir aquello: la muerte, el final de todo lo conocido.Sufrir.
¿No es otro modo de mirarlo?
El ser humano ha sobrevivido únicamente por su magnífica capacidad de adaptarse.
Así, aprendemos a sufrir, y a conllevar el sufrimiento; a acallar el dolor.
Eldolor, inminente, es el lazo más fuerte que une la existencia de las personas; y correlaciona para permitirse la bondad de dar a nosotros, los seres humanos, la libertad de comprender que nuestraexistencia es efímera y verdadera. No obstante nosotros, los seres humanos, no somos capaces de reconocerle como una fracción necesaria de vida en nuestra vida, valga la redundancia; nos producesufrimiento el cavilar en ello, dando así lugar a una agonía fantasmal, ilusoria.
Somos capaces de vivir sabiéndonos expuestos al dolor. Experimentamos una vaga idea de lo que sería aquello, por lo tanto,nos abandonamos a nimias suposiciones utópicas. Nos llenamos de miedo, pensamos que no somos capaces de lidiar con aquello. Aquel dolor que tanto tememos, podría ser tan colosal, que podría bien ser nocontenido dentro de nuestra propia mente y cuerpo.
Sin embargo el dolor es ambiguo en más de un sentido. El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. El dolor, físico o espiritual, es tantangible como nuestra propia mente desee que éste lo sea.
Sin embargo, parecería que para la mente humana resulta más asequible pugnar contra el dolor físico, difícilmente contra el espiritual.
Enorden de prescindir de la sensación abrumadora y fatigante que produce el dolor, el ser humano actúa a consecuencia abierta, para conseguir la redención de la aclamada paz que anhela experimentar,escuetamente porque antes la ha esbozado.
La agonía soberbia muchas veces rebaza los límites en los confines de nuestra mente pusilánime, y en nuestra fragilidad, luchamos por acallar con gran furia todo...
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