Confusa filosofia
- Solo es cuestión de seguir fingiendo un poco más, solo un poquito nada mas -susurro Martina mientras aguardaba bajo la mesa apoyada de una de las patas de la misma, parecía esconderse entre aquel mantel caro de seda; solo buscaba un refugio, un alivio súbito. En realidad sabía su grado de estupidez, pero prefería aguardar ahí en ese mantel con adornos de pedrería rusa en loscostados, que enfrentarse ante su situación.
Melania la miraba con molestia, la veía cobarde y con una mirada de fuego se dio la vuelta, camino unos cuantos pasos, se detuvo ante el pasillo, aporreo su frágil puño en la pared y le grito a su madre : -¿¡A caso a esto le llamas vivir!? ¡No te das cuenta que solo me haces sufrir! Señalaba a su madre, mientras a través de sus ojos podía verse ungran rencor hacia ella; limpio sus lágrimas y siguió su camino hasta desaparecer de la vista de ella.
En realidad un tiempo atrás fueron felices; no fue un tiempo exacto, simplemente las cosas fueron empeorando cada vez más y más. La familia Linares tiempo atrás era muy feliz, el profesor amaba a sus dos hijas por igual, amaba a Habana y a Melania, para el eran su mundo, su universo.
Martinaamaba a su esposo y sonreía a diario, todo parecía indicar que era el esposo perfecto. Quizá fue la adolescencia de Melania que todo lo volvió complicado, o tal vez la rebeldía de Habana. (la razón de esto aun es desconocida). El profesor era el causante de todo, un alto miembro de la aristocracia, que era muy conocido alrededor de toda la villa. Un doctorado, una casa grande, un buen auto y saberde decoración, causaba un buen impacto en la villa, al parecer solo eso les importaba. Pero la realidad era otra, Melania vivia frustrada, cargaba con todos y cada uno de sus problemas en casa y solo cuando practicaba ballet parecía estar serena y en paz.
Melania llegaba de practicar ballet, se aproximaba a la entrada de su casa cuando de pronto vio a lo lejos a Habana gritando y con una lagrimade cocodrilo le dijo: - Corre, ¡salva a mamá! La van a matar! Gritaba despegadamente, mientras contenía su inocencia en su mirar. Enseguida ambas corrieron a ver lo sucedía; llegaron a la habitación matrimonial y el profesor tomo un candelabro, estaba por golpear a Martina con el; Ambas se encontraban en la misma habitacion sin poder hacer nada, mas que gritar. Melania se dirigio a la cocina,tomo un cuchillo, se aproximó al cuarto y justo cuando el profesor estaba a punto de golpearla apunto hacia el, segundos mas tarde medito en silencio, aquel hecho le había provocado unas inmensas ganas de llorar, las mantuvo y respiro profundamente, sujetó el aire firme, pero escapo en un suspiro, se mostró fuerte ante Habana y solto el cuchillo.
-¡Yo ya no puedo! Grito desesperadamente, mientrasel profesor solto el candelabro y se dirigió a ella y en un tono amenazante la llamo mal agradecida, en lo que se marchaba del cuarto.
Los recuerdos la perturbaban por un tiempo creando así el tormento. Los recuerdos son lo único por lo que seguió sintiendo algo, ese pequeño aprecio que poco después fue convertido en sensibilidad y moral, fueron los culpables de aquellas confusiones. -¿Estuve apunto de asesinar al hombre que me crio? Fue una de esas veces, en las que decidió guardarse las lágrimas y al mirarse al espejo, podría jurar que nunca se había visto semejante sufrimiento en la mirada.
La historia parecía repetirse a diario, hasta que una día, el coraje se apodero de Melania, y esta vez sin pensarlo dos veces tomo el cuchillo e intento matarlo, pero de nuevo no pudo.
Sinduda el profesor había acabado con su inocencia. Fue en ese instante cuando Martina se dio cuenta del daño que sufrían sus hijas, abrió los ojos y simultáneamente no se sintió sola. Minutos mas tarde se dirigió a Melania, e intento charlar; enseguida le dio la espalda, fingió demencia y se aparto. No es que fuera dura y de piedra. El verdadero problema radicaba en la “autodefensa” que su alma había...
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