Conociendo Lo Imposible

Desperté y empecé a abrir los ojos poco a poco, un destello de luz no me dejaba abrirlos completamente, a mi alrededor se oían ruidos de personas hablando pero no lograba captar que eran lo que decían, estaba acostado en una cama, pero no podía moverme no sabía lo que me pasaba, no sabía dónde estaba, escuche unos pasos aproximándose hacía mi tranquilamente, parecían ser de una mujer ya que seoían como si fueran tacones. –Hola Alexander.- Su voz definitivamente sonaba con el de una mujer.
-¿Quién eres? ¿Dónde estoy? ¿Por qué no puedo moverme?
-Tranquilo Alexander, estas a salvo.
-¿A salvo? ¿A salvo de qué?- Empecé a parpadear rápidamente porque mi vista aún no se recuperaba completamente, alcancé a ver a esa mujer parada frente a mí. Era Alta, tenía el cabello castaño y corto, muycorto.
-Duerme Alexander, necesitas descansar.
La Mujer se empezó a Alejar hacía una puerta de metal – Espera! ¿Dónde estoy? ¿Cómo te llamas?- Se paró antes de llegar a cruzar la puerta.
-Mi nombre es Samantha, pero puedes decirme Sam.
-Espera Sam, espera! ¿Dónde diablos estoy?!- Esta vez Sam no se detuvo y salió del cuarto en el cual me encontraba. Tenía miles de preguntas para hacerle, no recuerdonada antes de despertar allí, ¿A qué se refería con que estoy a salvo? ¿A salvo de qué o de quién?
Empecé a tener control de mi cuerpo, ya podía moverme, me levante de la cama y me dirigí hacía la puerta por la cual había salido Sam, no había forma de poder abrirla, no tenía perilla, de seguro solo se podía abrir de por fuera. No sabía qué hacer estaba completamente solo, no entendía el por qué meencontraba aquí. Aunque no llevaba mucho tiempo despierto me sentía cansado, no sé porque, así que decidí hacerle caso a Sam, descansaré un poco, al cabo que otra cosa puedo hacer aquí.




Capítulo 2

Me despertaron unos ruidos extraños, la puerta se encontraba abierta, así que rápidamente me acerque hacía la salida y seguí caminando por el pasillo recto por el cual me dirigía, no había otraspuertas ni otros pasillos, solo podía continuar derecho hasta la siguiente puerta la cual también estaba abierta, esa puerta me condujo a una clase de cafetería, era bastante grande, había una docena de mesas, y lo mejor es que había personas comiendo en esas mesas y otras paradas sirviéndose comida, al parecer no notaban mi presencia o no les importaba, ya que nadie voltio a verme, empecé a ver acada uno de ellos eran aproximadamente unas 30 personas de ambos sexos, ninguno se veía mayor de 20 años, yo tengo 17 años, mido aproximadamente 1.75 tengo el cabello corto y soy tez morena, delgado pero tengo el abdomen un poco marcado. Los demás se ven casi de mi misma edad y algunos hasta más jóvenes. Empecé a caminar y agarré un plato, moría de hambre, no sé en cuanto tiempo no había comidoalgo, así que empecé a servirme un tipo de sopa que parecía espagueti pero era color morado, un pedazo de carne, un pan blanco y un vaso de jugo. Vi todo el panorama y alcancé a ver una mesa vacía, no me pensaba sentar con alguien ya que no conozco a nadie y además no soy muy bueno haciendo amigos.
Me alegra saber que no soy el único que se encuentra allí, aunque no conozca a nadie, saber que hay máspersonas me da tranquilidad, al parecer también los demás no se conocía mucho, ya que había mucho silencio, pocas personas hablaban. Senté en la mesa y empecé a comer, alcancé a oír uno que otra palabra que hablaban algunos chicos -¿Oye, sabes dónde estamos?-¿Por qué nos tendrán aquí?-Esta comida sabe horrible.-
Empecé a darme cuenta que ellos tampoco se conocían, tal vez era la primera vez quehablaban, tampoco sabían dónde estábamos.
-Hola- Una chica rubia de ojos azules interrumpió mis pensamientos. –Disculpa ¿Puedo sentarme contigo?-.
-Claro- contesté algo temeroso.
-Gracias.
Se sentó y al instante empezó a comer sin decir alguna otra palabra así que también yo volví a comer, empecé a enrollar mi espagueti hasta formar una tira grande y empecé a comer.
-¿Cómo te llamas?- Dijo esa...