CONOCIMIENTO

UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO
DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE HUMANIDADES
FILOSOFÍA DE LA CIENCIA

SEMANAS 5 y 6

CONOCIMIENTO, CIENCIA Y PSEUDOCIENCIA
Mary W. Shelley, Frankenstein.
1.- Introducción
El término “ciencia” viene del latín scientia, que quiere decir conocimiento, saber. Se le suele definir como el conocimiento cierto de las cosas por sus principios y causas. Como lo veremosmás adelante, esta caracterización de la ciencia, aun cuando es de antigua prosapia y está ligada a la figura del filósofo griego Aristóteles (384-322 a. C.), más que realidades expresa deseos.
Con la palabra “ciencia” sucede lo que con el término “epistemología”: no ha tenido en todas las épocas el mismo significado. Su uso, así como su actual contenido semántico, nos remite a la Francia de1666, cuando se reconoce a la Académie des Sciences, por parte del rey Luis XIV. Cuatro años antes, en 1662, el rey Carlos II había conferido título oficial a la que sería la institución científica británica más importante, pero con el nombre de Real Sociedad para el Mejoramiento del Conocimiento Natural. En Berlín existía ya una Académie des Sciences en 1750. Sin embargo, el vocablo “ciencia” sehabría generalizado a partir del año 1831, cuando se formó la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia. Por supuesto, las mencionadas instituciones no fueron las primeras con carácter científico. Ya durante los siglos XVI y XVII existieron organizaciones de este tipo, que se autodesignaron con calificativos muy singulares: la Accademia Secretorum Naturae (Nápoles, 1560), al parecer laprimera; la Accademia dei Lincei (Roma, 1603); Academia Naturae Curiosorum (Schweinfurt, 1652); Accademia del Cimento (Florencia, 1657), fundada por Viviani y Torricelli, discípulos de Galileo; etc.
Por otra parte, pocas veces se recuerda que, anteriormente, lo que ahora acostumbramos llamar “ciencia” se conocía como filosofía natural. Recordemos que, en un principio, la filosofía fue considerada comociencia única de la realidad. Por este motivo, durante muchos siglos, filosofía y ciencia fueron consideradas como sinónimas, y a nadie se le hubiese ocurrido que pudiera justificarse una separación entre ambas. Esto explica por qué aquellos que se dedicaban a la ciencia se llamaban a sí mismo “filósofos”. Por ejemplo, Jan Baptist Van Helmont (1577–1644), cuya contribución al avance de la químicaha sido indiscutible, no se llamaba químico sino philosophus, a lo cual añadía la curiosa calificación per ignem, o sea “filósofo… por el fuego”. Igualmente, esta circunstancia nos permite entender por qué muchas obras importantes en la historia de la ciencia, hayan sido publicadas utilizando el vocablo “filosofía”. Veamos algunos ejemplos: Nuevos hornos filosóficos (1648-1652), el químico JohannRudolph Glauber (1604-1670); Principios matemáticos de la filosofía natural (1687), del físico Isaac Newton (1642-1727); Teoría de la filosofía natural (1758), del también físico R. J. Boscovich; Filosofía zoológica (1809), del biólogo Jean Baptiste de Lamarck (1744-1829); Filosofía anatómica (1818), del naturalista Étienne Geoffroy Saint Hilaire (1772-1844); Nuevo sistema de filosofía química(1ª. parte, 1808; 2ª parte, 1810), del químico John Dalton (1766-1844); etc.
Esta dependencia de la actividad científica con respecto a la filosofía, se manifiesta incluso en la práctica médica, que mantuvo durante muchos siglos sus bases teóricas impregnadas de doctrinas elaboradas por filósofos. Así sucedió, por ejemplo, con las doctrinas de los cuatro elementos (agua, tierra, aire y fuego), delas cuatro cualidades (lo frío, lo cálido, lo seco y lo húmedo) y de los cuatro humores (sangre, flema, bilis negra y bilis amarilla), entre otras.
Con el tiempo surgirán las ciencias particulares, dotadas de métodos propios que establecerán distancias con la filosofía. A partir del siglo XVII, con el inicio de la revolución científica, se irá configurando una nueva imagen: la del filósofo que...