Consejos De Martin Fierro
XXXII
Un padre que da consejos
más que padre es un amigo;
ansí como tal les digo
que vivan con precaución:
naide sabe en qué rincón
se oculta el que es su enemigo.
Yonunca tuve otra escuela
que una vida desgraciada:
no estrañen si en la jugada
alguna vez me equivoco;
pues debe saber muy poco
aquel que no aprendió nada.
Hay hombres que de su cenciatienen la cabeza llena;
hay sabios de todas menas,
mas digo, sin ser muy ducho:
es mejor que aprender mucho
el aprender cosas buenas.
No aprovechan los trabajos
si no han deenseñarnos nada;
el hombre, de una mirada,
todo ha de verlo al momento:
el primer conocimiento
es conocer cuándo enfada.
Su esperanza no la cifren
nunca en corazón alguno;
en el mayorinfortunio
pongan su confianza en Dios;
de los hombres, sólo en uno;
con gran precaución en dos.
Las faltas no tienen límites
como tienen los terrenos;
se encuentran en los más buenos,
yes justo que les prevenga:
aquel que defetos tenga,
disimule los ajenos.
Al que es amigo, jamás
lo dejen en la estacada,
pero no le pidan nada
ni lo aguarden todo de él:
siempre elamigo más fiel
es una conducta honrada.
Ni el miedo ni la codicia
es bueno que a uno le asalten;
ansí no se sobresalten
por los bienes que perezcan;
al rico nunca le ofrezcan
y alpobre jamás le falten.
Bien lo pasa, hasta entre Pampas,
el que respeta a la gente;
el hombre ha de ser prudente
para librarse de enojos:
cauteloso entre los flojos,
moderado entrevalientes.
El trabajar es la Ley,
porque es preciso alquirir;
no se espongan a sufrir
una triste situación:
sangra mucho el corazón
del que tiene que pedir.
Debe trabajar el hombrepara ganarse su pan;
pues la miseria, en su afán
de perseguir de mil modos,
llama en la puerta de todos
y entra en la del haragán.
A ningún hombre amenacen,
porque naide se acobarda;...
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