Consistencia De La Obra De Berkeley Por Su Carácter Apologético

Consistencia de la obra de Berkeley por su carácter apologético

Consistencia de la obra de Berkeley por su carácter apologético
Iván Alonso Gayoso ivan.gayoso@gmail.com Universidad de Santiago de Compostela (2010)

1. Consistencia de la obra de Berkeley por su carácter apologético Es imposible no percatarse de la presencia de Dios en la filosofía de Berkeley, incluso es posible ver como através de su modo de abordar el problema del conocimiento se perfilan argumentos en pos de la necesidad de su existencia y, consecuentemente para el filósofo irlandés, emerge de ello su deuda apologética para con este descubrimiento. Las conclusiones a las que Berkeley llega a través de su crítica a la sustancia material propuesta por Locke conducen a una realidad sustentada por Dios como soluciónal problema del conocimiento humano. En su sistema, tal y como se muestra en este trabajo, el propio filósofo irlandés apunta a que solo existen las ideas, los espíritus, y Dios, tal como él mismo afirma, argumentando incluso explícitamente su propósito en los Tres diálogos entre Hilas y Filonus con la intención de:
“demostrar con la máxima claridad la realidad y perfección del conocimientohumano, la naturaleza inmaterial del alma y la providencia inmediata de una Deidad, frente a escépticos y ateos”. (3D)

Podría pensarse que la existencia de Dios como corolario es tan solo un punto de llegada, no obstante es en si mismo también un punto de partida. Es precisamente desde esta perspectiva desde Universidad de Santiago de Compostela 1

Consistencia de la obra de Berkeley por sucarácter apologético la que fundamentalmente se perfila todo su carácter apologético. Un Dios como punto de partida que ya se hace presente en la publicación de su principal obra en materia de conocimiento, representado en la justificación que acompaña al título de su principal obra:
“Tratado sobre los principios del conocimiento humano, en el que se inquieren las principales causas de errores ydificultades en las ciencias, así como las raíces del escepticismo, el ateísmo y la irreligiosidad”

Justificación que, apareciendo ya explícita en las páginas finales de la misma, fundamenta el propósito de su obra, anteponiéndose incluso a de la propia tarea del conocimiento que queda pues relegada en favor de una consideración de Dios y nuestro deber:
“Porque después de todo, lo que merece elprimer lugar en nuestros estudios es la consideración de Dios y de nuestro deber, y esto es lo que yo trataba de proponer en mi obra; por lo cual la estimaré a la vez inútil e ineficaz si con lo que he dicho no he sabido alentar a mis lectores con una piadosa sensación de la presencia de Dios, y, habiendo mostrado la falsedad o vanidad de esas estériles especulaciones que constituyen la principalocupación de los hombres instruidos, disponerles mejor a reverenciarle y a abrazar las verdades salvadoras del Evangelio, cuyo conocimiento y puesta en práctica constituyen la máxima perfección de la naturaleza humana” Sin embargo, podríamos errar si considerásemos a Berkeley como un teólogo o un asceta embriagado y amparado por su experiencia mística se viera movido a publicar una suerte de sumateológica. (Menos aún cuando conocemos que ya dejó escrito en sus comentarios filosóficos que pese a existir Dios no se le podría conocer por la intuición). El filósofo ingles, por el contrario, principalmente a los imparciales que moran en los aforos de la irreligiosidad y por ello ha de hacerlo en términos alejados del ascetismo y fideismo, y más próximos a razonamientos científicos. Solamente asíemergerán naturalmente las idea de Dios y la inmortalidad: “Como es mi intención convencer a los escépticos y a los incrédulos mediante la razón, me he propuesto observar las más rígidas leyes del razonamiento. Para un lector imparcial espero que será manifiesto que la noción sublime de Dios y la esperanza tranquilizadora de la inmortalidad surgen naturalmente de una aplicación firme y metódica...