Constituciôn
Las evidencias disponibles nos demuestran que los mexicanos ni conocen ni mucho menos cumplen con lo que señala la Constitución. No se trata del típico incumplimiento a cargo de las autoridades, sino de unasociedad claramente adepta a la ilegalidad como regla de conducta, que tiene ideales bien alejados de aquellos que justifican y sostienen al constitucionalismo alrededor del mundo.
El amplísimo desconocimiento del texto constitucional quizá tenga algo de justificación, dado que nuestra Constitución está en permanente movimiento. Las reformas en las últimas décadas han sido incesantes.
Cadadistinta configuración de las fuerzas políticas y cada paso que se ha ido dando en el proceso de democratización del país, han venido acompañados de nuevos arreglos constitucionales. Hemos tenido reformas de poca monta, casi insignificantes, pero ha habido otras que han intentado (a veces con éxito) cambiar una realidad previa que ya no generaba los consensos necesarios para ser mantenida.
El textoconstitucional no solamente se ha ido haciendo más largo, sino también más complejo. Abundan las normas con alto grado de detalle, propias quizá de una ley o incluso de un reglamento. Tenemos previsiones de considerable extensión en artículos como el 20, 25, 27, 41, 73, 115, 122, 123, etcétera.
Diego Valadés nos informa, por citar algunos ejemplos, que el artículo 122 originalmente tenía 50 palabrasy ahora tiene dos mil 880; el artículo 41 pasó de 65 a mil 297; el artículo 123 nació teniendo mil 722 palabras, pero ha venido creciendo hasta alcanzar las tres mil 598 (más del doble de su tamaño original).1
La pregunta interesante que surge a partir de tales datos es: ¿El aumento del contenido constitucional ha ido de la mano de su mayor observancia? En otras palabras, ¿por tener unaConstitución más larga y profusa la cumplimos más? ¿La reforma constitucional mejora la realidad a la que quiere regular nuestro sistema jurídico? Es seguro que las respuestas a estas interrogantes serán del todo decepcionantes.
Puede haber, y seguramente ha habido, muy buenas razones para hacer muchas de las reformas constitucionales que se han realizado en los años recientes, pero lo cierto es que eseproceso no nos ha permitido (por sí mismo) avanzar en la construcción de un país de leyes y en la puntual observancia de sus normas supremas. En ese terreno seguimos siendo, para decirlo con las palabras de Carlos Santiago Nino en referencia a su natal Argentina, “un país al margen de la ley”.
La Constitución como culturaEn un texto constitucional se compendian cuestiones que son jurídicas (dadoque están recogidas en normas jurídicas), pero van más allá de sus significados normativos. Una Constitución es una norma, pero es también una síntesis de la historia, de la cultura, de la política y de la economía de un país.2
No simpatizo con las visiones “sociológicas” de la Constitución (como la que defendía Ferdinand Lasalle en el siglo XIX, dentro de su conocido ensayo ¿Qué es unaConstitución?), pero sería del todo ingenuo pensar que la mera normatividad se explica a sí misma, en una especie de lógica autogravitatoria. La justificación del contenido constitucional (y de las reformas que lo van modificando) debe buscarse fuera de su texto formal. Mirando a la realidad también entendemos a la Constitución.
Precisamente, tomando en cuenta esa premisa metodológica, el Instituto de...
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