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La Corte reconoció la soberanía colombiana sobre la totalidaddel archipiélago con todos sus cayos e islotes, a la vez que fijó la frontera marítima entre los dos países lo que significó para el país centroamericano más del 40% del mar territorial que antes fue nuestro.
Se trata de una decisión que es buena o mala, según el punto de vista con que se le mire, y en la que a juicio de los expertos la CIJ aplicó lo que llaman una ‘estrategia decompensación’, que no es otra cosa que “ninguno de los dos países salga completamente victorioso o completamente derrotado”, según el internacionalista Enrique Serrano López.
El catedrático dice que la pérdida de mar territorial “estaba presupuestada”, pero que ello no puede generar un “pánico injustificado” pues en su criterio “es más lo ganado que lo perdido”.
¿Y qué ganó Colombia? Varios aspectos de ladecisión favorecen nuestros intereses: por fin se definió la frontera marítima, se mantiene la soberanía sobre todo el archipiélago y se evitó el fraccionamiento de las islas.
Y aunque Colombia perdió una importante proporción de su mar territorial, recuperó una ínfima parte con las 12 millas náuticas para el cayo de Albquerque y para el islote de Quitasueño.
Pudo ser peor
Los analistasaseguran que en medio de todo, el panorama pudo ser peor, pues la Corte bien hubiera podido trazar la frontera en la línea media entre la plataforma continental de ambos países.
“Teníamos los argumentos para que no se dieran todas las pretensiones de Nicaragua. Ganamos una parte del pleito, pero no todo”, explica el catedrático Ricardo Abello Galvis.
Pero quizás una de las mayores pérdidas conesta decisión tiene que ver con la exploración y explotación de recursos naturales en una de las zonas más ricas en especies marinas y de incalculables yacimientos petrolíferos.
“Esto nos tiene que servir para fijarnos en nuestros verdaderos recursos. Esa región insular nunca ha sido aprovechada adecuadamente. Lo que viene es tener una visión proactiva con América Central y, por qué no, conNicaragua, para explotar conjuntamente ese potencial”, advierte el exvicecanciller Diego Cardona.
Estrategia de Estado
La estrategia jurídica de la Nación para este diferendo tampoco puso de acuerdo a los expertos. Algunos, como el ex diplomático Ramiro Zambrano consideran que Colombia “no debió acudir a la CIJ y más bien, debió renunciar a su jurisdicción”.
“Nuestra estrategia jurídica enel largo plazo favoreció la soberanía del archipiélago pero nos llevó a perder un importante espacio marítimo”, sostiene.
En cambio, otros docentes de Derecho Internacional advierten que “no es sano” rasgarse las vestiduras por el sentido del fallo, ya que el equipo jurídico colombiano “hizo lo que estuvo a su alcance”.
Carlos Enrique Arévalo, presidente de la Academia Colombiana de derechoInternacional, destaca “la solidez” de la argumentación jurídica colombiana al punto de que “todas las pretensiones de Nicaragua fueron rechazadas”.
Y agrega que de no habernos sometido a la jurisdicción de la Corte “hubiéramos prolongado en el tiempo la definición de la frontera marítima con Nicaragua”. En ese sentido, afirma que la estrategia de nuestra Cancillería fue “muy buena, pero la CIJdecidió aplicarle a Colombia el Derecho del Mar (posterior al Tratado Esguerra-Bárcenas)”.
En lo que sí pudo haber pecado más de un experto es en el “exceso de confianza”, al decir del ex Vicecanciller Cardona, quien asegura que “muchos especialistas subvaloraron la defensa jurídica de Nicaragua”.
El triunfo diplomático
El fallo de la Corte en cuanto al manejo diplomático también es...
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