Construccion mediatica del delito


Construcción mediática del delito
Es evidente que en los medios contemporáneos el silencio no es salud. Observamos y oímos impávidos periodistas cuyas pulsaciones se aceleran ante la necesidad dellenar “el aire”, el silencio puede llevar al aburrimiento y posteriormente al cambio de canal.
La construcción discursiva mediática necesita abrevar las tragedias personales, magnificándolas hastahorizontes inusitados, intercambiando imágenes trágicas con la venta de caramelos, a fin de obtener rating y poder pagar los caros caches de estrellas deambulantes de sus elencos de poca monta.
El corosatírico de aparentes vecinos que vociferaban “asesina” a la madre de la niña en el velatorio, sedientos de incendio que agredían verbal y físicamente al Comisario que intentaba transmitir tranquilidada la ciudadanía, y las intempestivas preguntas sobre las líneas de investigación que tomaría la causa y apabullaban al Fiscal, eran exacerbadas por minutos de aire, desde donde en una suerte detrincheras instruccionistas los periodistas de medios masivos de comunicación – y preferentemente los hegemónicos – construían y reconstruían un discurso con olor a naftalina.


El conflicto estalló cuandola realidad derrumbó el ensamblado mediático-político y la realidad se mostró tal y cual es, cruda y al descubierto: no estábamos ante un grupo de secuestradores organizados, ante una red criminal detrata de blancas, ante extraccionistas profesionales de órganos ni vecinos violadores: nos encontramos al descubierto con las mafias que operan los piratas del asfalto, donde la vida es monedacorriente y lo que en la jerga cotidiana denominamos como un “ajuste de cuentas”.
La realidad develó un cínico periodismo preocupado por rellenar espacios de silencio y acaparar público al unísono querealiza negociados políticos con los miembros de la cabizbaja oposición legislativa, desmembrada e inconexa luego del 14 de agosto y quien aparenta haber perdido el rumbo de cara a las presidenciales de...