Construcción de Estado y Montoneros en Argentina










La construcción de Estado nacional argentino en función de la cultura política de los montoneros.




















Cátedra: Seminario de América s. XIX
Profesor: Alberto Harambour
“Catita de la pera
sino me paga la patria
me paso a la montonera”1

La construcción de Estado en Argentina no puede ser comprendida sin los sectores populares. Lainvisibilización de éstos y de su potencial político impide ver la compleja trama de relaciones de la sociedad del siglo XIX. De este modo, tanto la historia cultural como el estudio de los expedientes judiciales, nos ayudan a dilusidar estos aspectos que la historia oficial no trabaja.
El presente ensayo examinará las propuestas de Raúl O. Fradkin y de Ariel De la Fuente. El primero presenta en Lahistoria de una montonera. Bandolerismo y caudillismo en Buenos Aires, 18262 el caso de Cipriano Benítez y su banda, que invadieron el pueblo de Navarro y posteriormente –de forma fallida– la Villa de Luján. Lo que intenta hacer el autor es “evaluar el repertorio de las formas de resistencia y de intervención de los grupos subalternos rurales inscribiendo esas formas de acción en sus condiciones deexistencia y en las experiencias históricas vividas.”3 Lo hace a través de archivos judiciales que dejan pistas de la orgánica y las motivaciones de los peones, errantes y gauchos para participar de las montoneras.
El trabajo de Ariel De la Fuente, explica que las motivaciones de los gauchos para ser parte de las montoneras son variadas; desde incentivos económicos y materiales, o respuesta aformas de compromiso tradicional. Además propone que estas relaciones “no operaban en un vacío cultural o político. Los intercambios materiales se daban en un contexto de vinculación emocional e identificación cultural entre líderes y seguidores.”4
Cabe señalar que estos dos autores trabajan momentos históricos distintos, el caso judicial de Cipriano Benítez se desarrolla durante la segunda décadadel siglo XIX. Mientras que el estudio de De la Fuente, se desarrolla principalmente en 1860. Vemos que existe una continuidad en las formas de resistencia y se mantiene la dualidad entre unitarios y federales. De este modo, el presente ensayo aporta con una reflexión sobre esta continuidad de la resistencia y la ambigua y difusa línea que cruza las posiciones. Para tal efecto nos basamos en lahipótesis de Ariel De la Fuente; “la experiencia de un conflicto de décadas, compartida por unitarios y federales por igual, había delineado un espacio político común en el que se desarrollaba la lucha; también de este modo, entonces, los protagonistas experimentaban el proceso gradual de la formación de la nación.”5
El hecho de que se mantengan durante décadas estas formas de resistencia implicaque esta no era una reacción espontánea. Sino un grupo que resiste frente a la imposición europea, porteña, liberal y unitaria. No es pertinente que se hable de clase sobre esta facción, porque cometeríamos lo que la historia oficial hace con los sectores populares, borraríamos las diversas identidades de estos y las reduciríamos a un mero conflicto de A versus B. No es conveniente simplificarestas pugnas, porque la razón por la que estos segmentos sociales adhieren a la montonera, son múltiples y cambian según la posición de sus protagonistas.
Lo que los estudios nos demuestran es que desde la resistencia y la negociación, los sectores populares construyeron una cultura política que no se impuso desde las elites. Si no se formó en un campo abierto. “La intensa experiencia demovilización política desarrollada durante la guerra de independencia se entrelazó con el conflictivo despliegue de la revolución liberal y ese contexto habilitó muy diversas formas de intervención campesina y de formación de coaliciones sociales que signaron la historia española durante el resto del siglo.”6 Es decir que el espacio político se armó desde la identificación independentista, más las...