Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril

Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril

Sergio Maldonado
La resistencia a la explotación que se impone a los trabajadores por parte de los patrones tuvo lugar 1 aunque de manera efímera en la Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril (CNCF)una empresa paraestatalde Cd. Sahagún Hidalgoque surgió en 1952 privatizada en junio de 19922. Ahí los trabajadores promovieron relaciones deproducción3 socialistaimpulsando una empresa justa, igualitaria y producctiva. De la resistencia dan cuenta Joel Maldonado, Lorenzo Maldonado y Manuel Cabrera extrabajadores que sonríen y se entusiasman al relatar su experiencia sindical que se caracterizó por promover la consciencia social de los trabajadores, la disciplina y gestión obrera para beneficio de la misma empresa. La frustraciónque manifestaban los burócratas; que cumplían funciones de control y dirección tratando de salvaguardar una relación de producción capitalista, fue señal de que los obreros tuvieron una representatividad eficiente, lo mismo que la sospecha de representantes sindicales que hacían labor de aparato ideológico de estado. Los ex trabajadores de Carros (como se le llamaba a CNCF) junto sus compañerosfundaron un grupo denominado “Unión y Progreso” perteneciente a la sección 200 del Sindicato Nacional de Trabajadores Minero-metalúrgicos de la República Mexicana (SNTMM). Julio Bracho describe a “Unión y Progreso” como un grupo con “sentido político, democrático y [que] generalmente se preocupaba por establecer relaciones con otros sindicatos y llegó, incluso, a abordar públicamente cuestionesrelativas a la política económica nacional”4. La anécdota que a continuación se menciona es de Joel, cuando Napoleón Gomes Sada lo interpelaba de la siguiente manera:
“¿Y a ti que chingados te importa? ¿Porque te metes en los asuntos de la empresa? Te deben importar los asuntos de los obreros…¿Eres comunista?”
Joel que en ese entonces cumplía funciones secretario de la sección 200 respondía:“….Me importa porque es la fuente de trabajo de los compañeros, porque de ahí comen nuestras familias, y si la empresa está bien, mis compañeros y yo estamos bien….”
Ese era el principal argumento que logró permear en los trabajadores en un momento en que las iniciativas obreras sacaron a flote a la empresa.
Es el inicio de la década de los setentas. El grupo Unión y Progreso fue escuchadopor representantes sindicales y por el director del Complejo Industrial Sahagún Emilio Krieger lo que derivó en la creación del Comité de Fábrica5que seguía políticas de igualdad y compañerismo6. El comité abrió las puertas a la participación de los obreros en la toma de decisiones del proceso de producción. El comité de Fábrica se conformó con grupo de siete obreros7 y siete técnicos empleadosde confianza de la empresa para labores de supervisión, calidad en la producción, organización y distribución de tareas, mejores condiciones laborales tanto de seguridad como económicas. Es a partir de ahí que los obreros [conscientes] pudieron contribuir directamente la mejora del desempeño de la producción. Una de las ideas de gran impacto que tanto Joel como Lorenzo recuerdan con granentusiasmo, es que las herramientasy maquinaria sin utilizar se incorporaron como debería de ser al trabajo, pues los obreros descubrieron que con ellas se podían fabricar las piezas con las que se armaban las unidades ferroviarias incluyendo el metro8. La empresa dejó de importar casi la totalidad de las piezas de Francia: se fabricó hasta un ochentaicinco por ciento de las piezas que conformabanuna unidad, se puede decir que el metro es de manufactura mexicana.Se incluyó en los sistemas de vigilancia a los burócratas (directivos) pues era sabido que sustraían herramienta y materia prima haciéndola pasar por chatarra. Se eliminaron costos por importación de piezas y por prácticas de corrupción. Se hacía saber a los directivos que si había deficiencias en la producción no era por...