Construyendo autestima

VALORES: AUTOESTIMA

¿Patito feo o cisne
pequeño?

En verano, ¡era muy hermoso el campo! Espesos bosques se extendían en torno a los campos y las praderas, y los reflejos de la luz del sol brillaban en la superficie de un ancho estanque. ¡Qué delicia!
En medio de este espléndido paisaje se levantaba un viejo castillo rodeado de profundos fosos llenos de agua yalgunas plantas trepadoras, que entrelazaban sus ramas con las cañas, formando una bóveda sobre el agua.
En una tronera de esas murallas, se rompió el cascarón, sonó un ¡pip! ¡pip! Y asomó una cabecita. Luego un segundo patito hizo lo mismo, y un tercero, y es de advertir que aquellos animalitos desde un principio progresaron tanto que en breve supieron decir cuac, cuac...
Su primera frase fue:"¡Qué grande es el mundo!".
—"¿Creen -dijo la madre- que eso es todo? ¡Oh no! El mundo se extiende hasta más allá de este campo, hasta la Iglesia, aunque yo nunca he llegado hasta allí. Vamos a ver -añadió, levantándose del nido- ¿Han salido todos? ¡Oh, todavía no! El huevo más grande permanece intacto. Francamente, ya empiezo a estar cansada", y volvió a empollar el huevo.
—"¡Hola! ¿Cómoestas?" le preguntó una vieja pata que fue a visitarla.
—¡Harta! Estoy harta con este huevo que no quiere abrirse.
—"Veamos ese huevo que no se quiere abrir", dijo la pata. Y añadió después de examinarlo: "Créeme, es un huevo de pava. También a mí me engañaron una vez. Yo, en tu lugar, lo dejaba ahí, y me dedicaba a enseñar a nadar a los otros".
—¡Bah! Después de tanto tiempo, voy a esperar un pocomás a ver qué pasa.
—"Tiempo perdido", repuso la pata. Y se marchó. Por fin, se rompió el huevo, y al grito de pip, pip salió un pato grande, feo y desgarbado.
—"¡Dios mío, qué monstruo tan espantoso! –exclamó la madre- Este no se parece a los otros. ¿Será un pavo? Pronto saldré de dudas. Iremos al agua, y si no entra en ella de buen grado, lo zambullo por la fuerza". A la mañana siguiente,por primera vez salió la madre con toda la familia y llegó al borde del foso. ¡Plof! Ya está en el agua.
—"Cuac, cuac", dijo y los polluelos uno tras otro la siguieron, desapareciendo bajo el agua, volviendo a aparecer enseguida y nadando con rapidez.
Todos movían sus extremidades conforme a las reglas, incluso el último el gran pato pardo y feo.
—"Ese no es pavo" –dijo la madre-. No hay sino queverlo. ¡Cómo mueve las patas y qué derecho se mantiene! ¡Es hijo mío!".
—Cuac, cuac... síganme, hijos míos, vengan conmigo al gran estanque y tendré el gusto de presentarlos a los demás. Y ahora traten de decir "cuac, cuac", a coro y acompasadamente. Cuidado, no metan los pies hacia dentro que es de mal gusto. Los patitos obedecían fielmente sus órdenes, pero por mucho que se esmeraban, losdemás patos les miraban con malos ojos y refunfuñaban en voz alta:
—¡Vaya! ¡Más bocas que alimentar! Eramos pocos y...
—"Esto pasa de castaño a oscuro -dijo un pato joven y bravucón al ver el patito feo-. ¿Se habrá visto semejante tipo?". Y sin más, empezó a darle picotazos en el pescuezo.
—Oye bribón -chilló la madre- déjalo, el pobrecito no hace mal a nadie.
—Sí -contestó el agresor-, pero a suedad es tan grande y tan feo, que deshonra nuestra raza. La nueva pollada fue muy bien acogida por todos, excepto el patito feo que se vio perseguido, picoteado y maltratado sin cesar. Sus penas iban en aumento, pues hasta sus hermanos se burlaban de él. Y su misma madre, que en un principio le defendía, acabó por decir: "¡Vele de mi vista!".
Por fin, no pudo aguantar más y alzó el vuelo yabandonó el corral. Llegó al gran pantano en el que habitaban los patos silvestres. Hizo alto en aquel sitio, pasando la noche entre los juncos, triste y cansado. Al día siguiente, al amanecer acudieron patos silvestres de todos lados a contemplar con curiosidad al recién llegado.
—¿De dónde vienes? -le preguntaron- ¿A qué casta perteneces?
El pato saludaba a todos con la torpeza propia de quien se...