¿Consumismo? sí, gracias.
En este momento es imposible agotar la cantidad de objetivos seductores que se ofrecen al alcance de nuestra mano y lacantidad de posibilidades es ilimitada, no obstante toda esta cantidad de productos parecen tener “fecha de caducidad”, aún así, curiosamente, casi todos dejaran de ser útilesantes de dicha fecha, ya sea porque ha sido devaluados y despojados de sus atractivos por la competencia de nuevas y mejores ofertas o porque su natureleza es la del objetodesechable.
En la actualidad quizá no exista nada tan “viejo” como buscar lo nuevo por lo nuevo, y nada tan “igual” como buscar lo diferente por lo diferente, lanovedad y la diversidad se mantienen como valores importantes y vivificantes de la vida humana. Vivir entre opciones aparentemente infinitas, permite la grata sensación de poderelegir, de ser libre, pero la desdicha de los consumidores deriva precisamente de ese del exceso de opciones y no de la escasez.
El hecho de que no haya riesgo de errores sin duda una suerte dudosa, ya que existe al de un precio de una constante incertidumbre y de un deseo nunca saciado.
Pero como decía, todas esas opciones tienenincorporado el sello de la fugacidad en sus diversas caras, ya sea la cara de la moda, la de la obsolescencia o que son simplemente efímeros por sí mismos.
Baudrillard lodefine muy bien en una frase:
“Lo que se produce hoy no se crea en función de su valor de uso o de su duración posible, sino, por el contrario, en función de su muerte”.
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