Contador Publico
Giorgio Agamben (Infancia e historia) considera que la concepción del tiempo de la edad moderna es una laicización del tiempo cristiano rectilíneo, teleológico y en este sentido irreversible. La concepción moderna del tiempo le ha quitado a la concepción cristiana la idea deun fin, la salvación, y la ha vaciado de cualquier otro sentido que no sea el de un proceso estructurado conforme al antes y después. Agrega Agamben que esta representación del tiempo como homogéneo, rectilíneo y vacío surge de la experiencia del trabajo industrial. Desde el modelo proveniente de la mecánica moderna y de las ciencias naturales, se incorpora la idea de tiempo como progreso,desarrollo y evolución, que orienta la mirada hacia un proceso cronológico continuo.
Este tiempo cronológico cuantificable como una línea imaginaria que debía ser recorrida era inherente a la noción de infancia. De ahí el intento de considerar “objetivamente” al niño, tratando de captarlo en su permanencia y en su esencia. La razón no era sólo utilizada como método, sino que de ella se obtenía elconocimiento, con certezas y definiciones. La idea de infancia quedó así sometida al concepto de progreso, y de este modo se renunció a considerar el tiempo vivido, subjetivo, en beneficio del conocimiento científico. Por lo tanto, prevalece la continuidad histórica objetiva y si los mitos toman primacía, es ahora para puntualizar un origen: el necesario para la aplicación del método de la razón. Setrata de darle un origen temporal a la causalidad de los hechos y a la medición de las capacidades del infante.
En la segunda mitad del siglo XIX, los factores económico-sociales, el ascenso de la burguesía, la consolidación del Estado y el desarrollo de políticas sociales propician que se instale la educación del ciudadano a través de la institución escolar. Esto produce un cambio sustancial enrelación con la visión de la infancia: se constituye en la etapa de la vida óptima para la formación del ciudadano.
Una idea de tiempo lineal, evolutivo y predictible permite concebir la infancia como etapa en la que se educa para un tiempo futuro. Podemos imaginar, siguiendo a María L. Pelento (“La educación como efecto visible de las vicisitudes, contradicciones y malestares de la cultura”,conferencia en Montevideo, Uruguay, 1998), que el enunciado desde la perspectiva de un niño podría ser éste: “Cuando sea grande seré como mi padre o maestro, pero sabré más que ellos, porque el mundo progresa, evoluciona”.
El nuevo estatuto del tiempo concebido a través de la institución escolar como organizador social incide en la posición de la infancia como primer escalón para forjar un futurociudadano productivo. Este proyecto es acompañado por una disciplina severa: se esperaba un niño quieto y el castigo era empleado para tal fin.
A fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, la infancia fue objeto de interés de la medicina, lo que hace a la disminución de la mortalidad infantil. El cuidado del cuerpo del niño se contraponía a las severas medidas disciplinarias a las que se lo sometíay que transformaban el cuerpo en un objeto. En medio de esta concepción, en la que se cruzan el proyecto de una sociedad industrial y el cuidado del cuerpo, surgió desde la pedagogía un movimiento de resistencia. Entre otros, María Montessori, en 1907, en Italia, diseñó un método cuyo énfasis estaba puesto en el niño. La inclusión de sus intereses en el método para formarlo enriqueció el...
Regístrate para leer el documento completo.