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El sistema político mexicano ha estado enfrascado en un largo proceso de cambios y adecuaciones en sus reglas, prácticas y actores desde la reforma política y constitucional de 1977, organizada por don Jesús Reyes Heroles, misma que trataba de apuntalar la idea de arribar a una “democracia transparente”, aminorar los efectos de la llamada “guerra sucia”, las represiones estudiantiles de 1968y 1971, así como legitimar a la elección de José López Portillo como candidato oficial sin oposición, mediante la creación e inclusión de las fuerzas políticas disidentes e intentar una restauración del débil e inoperante sistema de partidos.
En ese momento, resultaba que la política era el problema, y como dijera don Jesús: “lo que resiste apoya”, la economía cargó sobre sus hombros el costo dedicha acción transformadora, hasta toparse con la “renovación moral de la sociedad” generada por Miguel de la Madrid, quien tuvo que afrontar la crisis económica heredada mediante la promoción de pactos solidarios y una dura austeridad que pudiera solventar una ruta hacia la recuperación.
Con un sistema político fuertemente cuestionado desde fundamentos y nuevamente presionado por el tema de lalegitimidad, a Carlos Salinas de Gortari le tocó plantear una idea de refundación y reacomodo de las instituciones. Durante su campaña electoral, introdujo precisamente la idea de rediseñar a la política y las instituciones, hasta desembocar en el principio articulador de una “reforma del Estado”, la cual vino a sintetizar en cuatro dimensiones o retos: económico, social, política exterior ypolítica interna.
La propuesta salinista retomaba aspectos importantes que estaban presentes en la literatura internacional del momento: liberalizar políticamente al sistema y transitar de manera pactada y pacífica hacia un esquema democrático; generar la modernización y apertura plena de la economía mediante el mercado y las privatizaciones de las empresas públicas; buscar el replanteamiento delmodelo sindical-corporativo y clientelar; así como lograr la integración comercial del país con respecto a su entorno mediante alianzas estratégicas regionales.
En buena medida, la propuesta del salinismo pudo desplegar un golpe de timón significativo en los terrenos antes descritos: neo corporativo en los sectores como el magisterio, petrolero, telefonistas y los electricistas. Se comienza a dar elproceso de transmisión en el control de los procesos electorales mediante la creación del IFE en 1990 y las subsecuentes reformas en 1993 y 1994, así como se definió la reforma constitucional en materia religiosa y la propiedad agraria. Pero también se prohijaron a los líderes empresariales de nuevo cuño como Carlos Slim o Roberto Hernández, así como se desarrollaron los procesos especulativos de(rescate) o reprivatización de la banca, las carreteras y las telecomunicaciones.
La reforma del Estado fue temporalmente sepultada por Ernesto Zedillo, quien decidió tomar distancia de su antecesor. Durante su sexenio, no obstante, los cambios estructurales prosiguieron a un buen paso acciones orientadas en dicho sentido: se dieron las transformaciones del poder judicial y el poder legislativo ensu funcionamiento básico y organización mediante la aprobación de sus nuevas leyes orgánicas. Por ejemplo, contar con una Suprema Corte de alcance constitucional, así como un Poder Legislativo que pudiera colocarse al mismo nivel de resolución de controversias interpretativas de la ley, no pueden ser consideradas como una tarea menor.
Zedillo quedará más que nadie asociado con la transiciónpolítica, ya que durante su sexenio se emprende la ciudadanización y la autonomía plena (aunque años después ha terminado por convertirse en la partidización) de las funciones electorales, en lo que se intentó ver como la reforma “definitiva” de 1996, misma que permitió crear al Tribunal Electoral del PJF, y se dio un nuevo esquema de integración de las cámaras que abrió paso al escenario de...