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EL DOLOR
Oigamos las voces:
«Estoy atascado, anquilosado.»
«Esto no es vida. Estoy quemado, agotado.»
«Nadie me valora ni me aprecia de verdad. Mi jefe no tiene ni la menor idea de lo que soy capaz de hacer.»
«No me siento especialmente necesario —ni en el trabajo, ni para
mis hijos adolescentes y mayores, ni para mis vecinos o mi comunidad,
ni para mi cónyuge— salvo para pagar lasfacturas.»
«Me siento frustrado y desanimado.»
«No gano bastante para llegar a fin de mes. Me veo incapaz de salir
adelante.»
«Será que no tengo lo que hay que tener.»
«No puedo cambiar las cosas.»
«Me siento vacío. La vida no tiene sentido; me falta algo.»
«Estoy exasperado. Tengo miedo. No puedo permitirme perder el trabajo. »
«Me siento solo.»
«Estoy muy estresado. Todo es urgente.»«Controlan cada paso que doy, me siento agobiado.»
«Estoy harto de tanta deslealtad y tanta adulación.»
«Me aburro y me limito a cumplir. Casi todas mis satisfacciones son
ajenas al trabajo.»
«Estoy reventado de tanto trabajar. La presión es increíble. No tengo
tiempo ni recursos para hacerlo todo.»
«Mi cónyuge no me comprende y mis hijos no escuchan ni obedecen: en casa no estoy mejor que en eltrabajo.»
«Soy incapaz de cambiar nada.»
Son las voces de personas en el trabajo y en el hogar, de millones
de padres, trabajadores, directivos, profesionales y ejecutivos de todo
el mundo que luchan por salir adelante en la nueva realidad. Su dolor
es personal y profundo. Puede que el lector se identifique con muchas
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EL 8° HÁBITO
de esas afirmaciones. Como dijo una vez CariRogers, «lo más personal es lo más habitual».1
Naturalmente, algunas personas están volcadas en su trabajo y
contribuir a él las llena de energía... pero son muy pocas. Cuando me
encuentro ante un gran público suelo preguntar: «¿Cuántos de ustedes están de acuerdo en que la inmensa mayoría del personal de su organización posee mucho más talento, inteligencia, capacidad y creatividad de lo que lesexige o incluso les permite su trabajo actual?». Una
abrumadora mayoría de los asistentes alzan la mano y esto sucede
con grupos de todo el mundo. Más o menos el mismo porcentaje de
personas reconocen que se encuentran sometidas a una presión inmensa para producir más a cambio de menos. Reflexionemos sobre
ello. La gente se enfrenta a la expectativa nueva y cada vez más intensa de producir mása cambio de menos en un mundo extraordinariamente complejo, pero simplemente no se les permite hacer uso de una
parte importante de su talento y su inteligencia.
En las organizaciones, este dolor se expresa con más claridad y de
la manera más práctica en su incapacidad para centrarse en, y ejecutar,
sus principales prioridades. Usando lo que llamamos cuestionario xQ
(Cociente de Ejecución)/'Harris Interactive, los creadores del Harris
Poli, encuestaron hace poco a 23.000 residentes de Estados Unidos que
trabajaban a jornada completa en industrias clavel y en áreas funcionales clave.% Veamos algunos de los resultados más sorprendentes:
• Sólo el 37 % de las personas encuestadas dijeron comprender cla
ramente lo que su organización intentaba conseguir y por qué.
• Sólo una decada cinco dijo sentirse entusiasmada por los obje
tivos de su equipo y de su organización.
• Sólo una de cada cinco dijo tener una alineación clara de la relación
entre sus tareas y los objetivos de su equipo y de su organización.
• Sólo la mitad se sentían satisfechas con el trabajo que habían
realizado al cabo de la semana.
* Véase en el Apéndice 6, «Resultados del xQ» una exposición másdetallada de los
resultados del estudio que elaboró Harris Interactive encuestando a 23.000 trabajadores, gerentes y directivos con el cuestionario
Las industrias clave incluyen: hostelería, automoción, banca/finanzas, comunicaciones, educación, sanidad, ejército, gobierno/administración pública, comercio minorista, tecnología y telecomunicaciones.
Las áreas funcionales clave incluyen:...
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