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“Coleg. Nacional Dr. Roberto L. Petit”

* Alumna: Mary Morel Melgarejo.
* Prof.:
* Curso: 1º B.T.C.
* Turno: Mañana.
* Año: 2012

La anciana
Que vivía
En un tiovivo

Ruth Silvero

La anciana
Que vivía
En un tiovivo

Ilustradora: Petra Steinmeyer

edebé

Titulo original: The old woman sho lived in a roundabout.
© Texto, Rut Silvestre, 1991.
Publicado porScholastic Publications Ltd., 1991.
© Ed. Cast.: edebé 1991
Paseo de San Juan Bosco, 62
08017 Barcelona
www.edebe.com
Directora de la colección: Reina Duarte.
Diseño de las cubiertas: David Cabús.
Ilustraciones: Petra Steinmeyer.
Traducción: Vimala Devi.
10. ª edición
ISBN 84-236-3994-0
Depósito Legal: B. 11134-2001
Impreso en España
Printed in Spain
EGS – Rosario, 2 – Barcelona
Noestá permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónica, mecánica, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. |


Índice

Capítulo uno. . . . . . . . . . . . 7
Capítulo dos . . . . . . . . . . .15
Capítulo tres. . . . . .. . . . . 33
Capítulo cuatro. . . . . . . . . 39
Capítulo cinco. . . . . . . . . . 59
Capítulo seis. . . . . . . . . . . 71
Capítulo siete. . . . . . . . . . 81
Capítulo ocho. . . . . . . . . . 93
Capítulo nueve. . . . . . . . .103

Capítulo uno

E
ra sábado por la mañana y Joe estaba a punto de salir. Joe siempre iba de exploración los sábados. Su padre tenía un restaurante llamadoTONI. La madre de Joe trabajaba allí, y también su tía Nina. El sábado era el día de más ajetreo. Por eso, ese día Joe salía siempre a explorar los alrededores.
En su cinturón, Joe llevaba una brújula, una botella de plástico con agua y una bolsa con diez monedas. Las diez monedas eran para el teléfono, por si acaso algún día se perdía. Nunca se había perdido. Su padre le había indicado en unmapa dónde estaba su calle. A Joe le gustaban los mapas. Los tenía enganchados con chinchetas por toda su habitación.
Joe cerró la puerta cuidadosamente y dejó caer las llaves en el buzón. Bajó los escalones. Era verano, y el sol era cálido. Aspiro el aire. Olía bien. El árbol de los vecinos estaba cubierto de flores blancas. Las ramas colgaban sobre la acera. Mientras caminaba por debajo, Joelevantó los ojos y olió profundamente. ¡Oh! Tenía un olor tan intenso como perfume de tía Nina. Sintió que ese día el mundo entero esteba un poco loco. Sin duda ése era un buen día para una aventura.
Esperó al guardia para cruzar la calle sin peligro. Después empezó a caminar a cansadas. Se subía a todos los muros bajos y hacía equilibrios con los brazos extendidos, como un avión. En la cunetaencontró un bote viejo. Lo fue lanzando a puntapiés a lo largo de toda la calle. Hacía un ruido fantástico: ¡clink!, ¡clonk, ¡clank! Acarició un gato rojito que estaba caliente por el sol. El gato se dio la vuelta y ronroneó como un motor.
Joe siguió su camino. Se sentía lleno de energía. Todo lo miraba. ¡El mundo era tan interesante! Cuando fuese mayor, exploraría todos los rincones. Dio la vuelta aotra esquina y, de repente, se dio cuenta de que nunca había bajado por aquella calle. <<Ahora estoy explorando realmente>>, pensó.
Había casas a un lado de la calle y un alto seto al otro lado. Estaba lleno de telarañas. Joe cogió un tallo largo y lo metió suavemente entre los hilos de unas telarañas. Después la sacudió y esperó. Una araña gorda salió precipitadamente para ver sihabía atrapado alguna mosca. Joe se rio.
-¡Esta vez te cogí! –dijo.
No había más casas y la calle se hizo más estrecha. Era un poco fangosa y parecía llegar a su término. Pero Joe podía ver un sendero. Se adentró e las hiervas alta. Pisó las irritantes ortigas y sintió su olor amargo. El sendero se iba convirtiendo en pendiente. A medio camino Joe se paró. Lejos, a través de los arbustos, se veía...