contadora publica
hombre ardiente, alérgico al compromiso, pero al que le encanta disfrutar
de la compañía femenina en sus juegos sexuales. Melania es una mujer de
acción. Como piloto del ejército americano está acostumbrada a llevar una
vida al límite, sin embargo, su principal misión es la de luchar como madre
soltera por sacaradelante a su hija.
Cuando el destino los pone cara a cara, la tensión entre ellos se hace
evidente? Pero lo que en un principio fue un encuentro hostil, poco a poco
irá convirtiéndose en una atracción irrefrenable.
¿Conseguirán estos dos titanes llegar a entenderse?
He aquí la historia del mejor amigo de Eric, este alemán es uno de los
personajes secundarios de la serie “Pídeme lo que quieras”1
Alto...
Moreno...
Ojos azules...
Sexy...
Simpático...
Así es Björn Hoffmann.
Disfrutar de una noche de sexo caliente en el Sensations para un hombre como él era lo
más fácil y divertido del mundo.
Las mujeres, e incluso algún hombre, se volvían locos porque fijara su leonina mirada
en ellos y les propusiera entrar en un reservado. Björn era caliente... muy caliente.
Por norma,los hombres que entraban solos en ese o en cualquier otro local de
intercambio de parejas no tenían derecho a elegir. Ellos eran los elegidos. Pero Björn no
funcionaba así. Él escogía. Él decidía. Él seleccionaba.
Esa noche, tras una semana de mucho estrés y trabajo, conducía su elegante deportivo
gris hacia el Sensations mientras escuchaba en el CD de su vehículo Let’s stay together, de AlGreen, uno de sus cantantes preferidos.
I’m, I’m so in love with you
Whatever you want to do
is all right with me
‘Cause you make me feel so brand new
And I want to spend my life with you.
La música, como solía decir su buena amiga Judith, amansaba a las fieras, y tararear
música soul mientras conducía lo relajaba y estimulaba para la noche de sexo que deseaba
tener por delante.
No habíallamado a ninguna de sus conquistas. No lo necesitaba.
Sólo quería sexo, sin cenas ni charlas de por medio. Las mujeres le encantaban. Se lo
pasaba bien con ellas. Eran maravillosas y excitantes. Por ello intentaba rodearse de las que
eran como él. Que pensaban como él. Que actuaban como él. Que sólo demandaban sexo. Sólo
sexo.
Al llegar al Sensations, Björn metió el coche en un parkingcercano. La vigilante
sonrió al verlo. Ese tipo había ido allí más veces y cuando la miraba se sentía especial.
Una vez salió del aparcamiento, Björn entró en el local y al llegar a la barra se
encontró con varios amigos. Charló con ellos cordialmente hasta que vio a una pareja que
conocía y con la mirada se entendieron. Minutos después, en compañía de dos de sus amigos,
Carl y Hans, Björn seacercó a la pareja. George y Susan sonrieron al verlos. No era la primera
vez que jugaban juntos, y minutos después los cinco se encaminaron hacia uno de los
reservados. No hacía falta hablar. Todos sabían lo que querían. Todos sabían lo que buscaban.
La noche prometía ser morbosa y calentita.
Al entrar en el reservado, George se sentó en la cama mientras los otros se quedaron de
pie.
Susan,una mujer de hermosa figura y pelo largo y sedoso, estaba dispuesta a disfrutar
del sexo con esos hombres y, mirándolos, se mordió los labios a la espera de que comenzara
su caliente juego. Sus pezones ya estaban duros y su vagina lubricada. Temblaba mientras
pensaba en el placer.
Björn sonreía. Le gustaba sentir la excitación de las mujeres. Por ello, tras dejar su
copa sobre una mesita, seacercó a ella y le preguntó al oído:
—¿Estás preparada, Susan?
—Sí.
—¿Dispuesta a que juguemos contigo? —insistió pasándole las manos por el pecho.
Ella asintió y se le aceleró la respiración.
Sin necesidad de tocarla, por su gesto, Björn ya sabía que sus fluidos traspasaban la
fina tela de sus bragas. Nunca, ninguna mujer, en sus treinta y dos años de vida, había
rechazado ese íntimo...
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