Contadora
En el trayecto de la vida hay despedidas que nos hacen llorar.
Hoy celebramos el fin de una etapa especial en sus vidas, se despiden de grandes amigos ymaestros, a quienes agradecen su acompañamiento durante todos estos años, que les permitieron estar aquí.
Seis años de una vida bastan para crear lazos inquebrantables entre amigos. Ilusiones,esperanzas, sueños, temores, enfados, riñas, alegrías… viajes con mejores y peores aventuras… animales, borracheras, onumentos, senderismo, borracheras… en fin, sea como sea, juntos hemos compartido el rumbohasta el último cruce, hasta la última desviación. Algunos seguirán juntos en trabajos, estudios o en la vida… pero esta etapa dejará en nosotros huella, como las viejas cicatrices de guerra.
Losque comprenden esta situación de “hasta siempre”, no podrán negar que desearían abrazar a muchos de los presentes y también a los que ya no están, pero que siempre recordaremos. Como no podían faltar,algunos de los culpables han venido hoy para acompañarnos. Padres que han sabido decir “no” a su debido tiempo, aunque algunos tardasen más, padres que han aguantado y seguirán, esperamos, nuestrasembajadas, pero sobre todo, padres que han conseguido, en líneas generales, educar a este grupo de, ahora sí, personas con opiniones, ideas, aptitudes, que varían como los colores de sus miradas.Miradas, que no se volverán a cruzar, manos que no se estrecharán más… pero los verdaderos amigos, los que se entienden al verse, por muy lejos que estén… no hará falta que se miren o que se estrechen la...
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