Contagios De Lector A Lector
Aprender A Aprender
Octubre, 16, 2012
Contagios de Lector a Lector
El vicio de leer se adquiere por admiración. Admira ver a una persona absorta en el trance de leer: desconectada de la realidad. El leer es un gusto adquirido, que se va refinando por exploraciones propias y la conversación con otros lectores. Es una tradición de lector a lector.
Cuando la lectura sedebilita, ¿cómo reanimarla? No partiendo de cero, que es ilusorio, sino reforzando lo que existe. En particular, concentrándose en los vectores del virus (sobre todo los maestros, por su efecto multiplicador) y en los focos de infección (sobre todo la escuela), como hacen los epidemiólogos; aunque, naturalmente, con el propósito contrario: facilitar el contagio. No llegarán muy lejos los programasdestinados a que lean los alumnos de un maestro que no lee. Les falta lo fundamental: el ejemplo. Hay que hacer programas para que lean los maestros, empezando por apoyar a los que leen. El problema es localizarlos. No es fácil, porque en el mundo de la educación y la cultura, abundan las personas que nunca le encontraron el gusto a la lectura, pero saben disimularlo.
Existe un método indirecto, quefuncionó cuando Fernando Solana y Roger Díaz de Cossío crearon El Correo del Libro de la Secretaría de Educación Pública, en 1978. Era una revista para los maestros, de papel barato, pero excelente producción editorial y gráfica. Cada número incluía una selección de libros para el lector común. De cada uno, ilustraba la portada a color y dedicaba un cuarto de página a platicarlo. Empezaba con unartículo breve de interés general, y todo lo demás eran reseñas (sin firma), con un cupón para hacer pedidos. La sep nunca ha tenido las direcciones de los maestros. El Correo del Libro se mandaba en paquetes a las escuelas, donde se repartía. El maestro interesado en comprar algún libro llenaba el cupón y enviaba el pago. La selección era buena, los precios atractivos y el surtido de los pedidos(a vuelta de correo) cumplidor. Por eso, llegó a tener más de 100,000 compradores. El sistema de distribución (bodega y envíos) fue eficaz y estuvo en el origen de educal, que acabó absorbiendo el programa y desapareciéndolo. El directorio de maestros que sí leen y compran libros se perdió.
Sería conveniente reanudar El Correo del Libro, con un sistema que favorezca la creación de clientela paralas librerías. El maestro recibiría la revista (inicialmente en paquetes que lleguen a las escuelas, como la primera vez) y encargaría (por correo electrónico o postal) el libro que le interese para que llegue a la librería de educal que le convenga, a donde pasaría a recogerlo y pagarlo, cuando le avisen que llegó. Paulatinamente, se reduciría el envío de paquetes a las escuelas, finalmentesustituido por el envío directo de un ejemplar a cada suscriptor. La revista sería gratuita, como es normal en los folletos de promoción. El sistema puede extenderse (una vez que funcione bien) a todas las librerías del país. También a las educadoras de las guarderías infantiles y a cualquier persona que desee suscribirse.
El servicio a los lectores consistiría, en primer lugar, en seleccionarhonestamente un número limitado de libros que les puedan gustar y no sean caros. En segundo lugar, en dejarlos escoger dentro de la selección, ejerciendo libremente su curiosidad. En tercer lugar, en conseguirles los libros que prefieran. En cuarto lugar, en darles la oportunidad de asomarse al mundo de las librerías. En quinto lugar, en afinar la selección. En sexto lugar, en crear un directorio delectores.
Nada refuerza más la tradición de la lectura que la oportunidad de compartir la experiencia platicando. Hablar de libros libremente es una tradición que se remonta a las tertulias de Atenas y el Renacimiento. La lectura pasiva no acaba de ser lectura, requiere reexpresión de algún tipo, poner en palabras propias lo leído. Por eso, Mortimer Adler (How to read a book) recomienda la...
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