contaminacion del aire
respiratorias -algo agravado debido a la alta cantidad de azufre presente en el carbón de baja calidad utilizado-, los restaurantes, cines y tiendascomerciales comenzaron a cerrar sus puertas en masa y las autoridades incluso establecieron planes de contingencia para contener a la población en caso de disturbios masivos. Al 7 de diciembre, el peordía, ya no quedaba ninguna duda, no sólo se trataba de una enorme catástrofe económica y ambiental, sino que además era una tragedia con una cantidad de muertos tal que Londres no veía algo así desdela Segunda guerra mundial. Los casos por infecciones respiratorias y obstrucción de las vías nasales se contaban en decenas de miles, y lo mismo ocurría con las infecciones pulmonares -que durante lassemanas posteriores al Great Smog causarían ocho mil muertes-. Así mismo el tráfico terrestre y aéreo era imposible, por lo que además las autoridades se encontraban ante un verdadero caos logísticoy asistencial. Algo que no ayudaba ciertamente a calmar la docenas de incendios, altercados y protestas que no se hicieron faltar durante los peores momentos.
La tragedia tuvo un impacto tantocultural como económico para la ciudad, según lo establecido por la comisión investigadora que debió de contabilizar los daños sufridos por el Great smog: cuatro mil muertos durante el transcurso de lacatástrofe en si misma y luego otros ocho mil victimas mortales más debido a infecciones pulmonares y respiratorias durante las semanas siguientes.
Si bien la lección fue aprendida, y entre 1956...
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